3/10/2007

Alfredo Cajal, director del Instituto Aragonés del Agua proyecta Aragón en las Jornadas Agua y Territorio de Zaragoza

En Aragón Liberal hoy:




Aragón Liberal (Enviado por: frid) 10/03/07, 12:13 h
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Un discurso de gestión del agua en medio de tantas "nuevas realidades políticas sobre la gestión". 135 nuevas depuradoras en el Programa de Ríos Limpios de Aragón avalan un trabajo "real".

Dentro de las jornadas de Agua y Territorio ha habido momentos para las actuaciones programáticas, en las que la "ideología", peligrosa antesala de la tiranía, ha estado presente y saludable en las intervenciones de la Ministra Narbona, de Adrián Baltanás y Juan Corominas en la versión Ministerio, Empresa pública y Autonomía socialista de Andalucía.

Pero no todo ha sido cambio climático y alarmismo, dardos envenenados contra los regantes o propuestas desintegradoras de las Confederaciones Hidrográficas a base de retorcer el sentido del concepto "competencia exclusiva", tarea en la que los juristas "del lenguaje" están empeñados. Ha habido un momento para el gestor real del recurso. Y esa ha sido la voz de los regantes y del Director del Instituto Aragonés del Agua, Alfredo Cajal, de profesión veterinario, de afiliación Partido Aragonés, de acción: Gestor de una entidad que hoy es una entidad de obra pública principalmente.

La esencia de su discurso de gestión, y en eso hay que darle la enhorabuena, sería la siguiente:

Concursos de obra y explotación por 20 años de las depuradoras aragonesas y sus servicios anejos. Con esa medida se logra la financiación que no existiría de otro modo, la gestión más eficaz, la gestión desde la iniciativa privada, y se agiliza el proceso de ejecución de las depuradoras del Plan Aragonés en algo más de dos años.

Puesta en marcha de 135 depuradoras de aguas residuales, cubriendo el tratamiento de los vertidos de las poblaciones de más de 1.000 habitantes equivalentes, lo que supone en la práctica 171 municipios aragoneses. Además de esas depuradoras 500 kilómetros de colectores.

Con este plan se logra depurar el 90% de la carga contaminante de Aragón de origen urbano para 2008. Y cumple una de las razones de la elección de un político: resuelve problemas reales con medidas reales.

Además de estos datos que avalan la gestión de un político, Alfredo Cajal manifestó su disconformidad con el "precio del agua", lo que no es lo mismo que el "precio de los servicios del agua". El agua, como el aire, son elementos básicos de la vida y no deben tener precio. Todos tenemos que tener acceso libre a esos bienes, pero requieren obras de ingeniería y gastos de gestión y explotación para hacer real la disponibilidad del recurso. Esas actuaciones son las que se deben repercutir sobre el usuario.

Intervino después de los "ideólogos", por lo que pudo dejar claro que Aragón tiene necesidad de las grandes infraestructuras de regulación, no sólo Mularroya (desbloqueado según parece por Narbona ¿hasta cuando?) sino también Yesa con la cota intermedia, Biscarrués de 35 hm3 y los embalses laterales de Riegos del Alto Aragón y el Embalse de San Salvador (con sólo una cuarta parte de su capacidad útil).

Por cierto, los regantes del Canal de Aragón y Cataluña, el 60% aragonés, dejaron claro que con San Salvador no terminan de resolver los problemas de escasez de agua de su sistema. Pero por lo menos estarán mejor que sin él y que por eso han avanzado el Proyecto del Embalse para evitar más retrasos.

frid

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