1/15/2010

Un año horrible para la ganadería

 
 

 

Siguiendo los comentarios de algunos analistas y analizando las opiniones de los responsables  sectoriales de las OPAs hemos realizado una pequeña aproximación de lo que ha sido el año 2009 para la ganadería. Sin duda "un año horrible". Y es que si 2008 fue complicado para los ganaderos, 2009 "mejor ni recordarlo". La tónica: costes de producción elevados y precios en origen por los suelos, que vaticinan un futuro incierto, especialmente para los que se han quedado en la cuerda floja. 

Sin duda mal sabor de boca deja el año que se ha ido y que todo el sector prefiere olvidar. El principal handicap: ya hemos comentado, los bajos precios en origen que han dejado por los suelos la rentabilidad de unos ganaderos que arrastraban una situación muy complicada. 

Con relación al sector lechero, sin quererlo, tiñó de blanco el año con protestas que fueron la nota dominante, motivadas por los bajos precios -que llegaron hasta los 0,25 euros por litro- y la falta de rentabilidad de las explotaciones, (costos entre 0,33 i 0,39). Desde principio de año, la mayor parte de los países de la Unión Europea presionaron a Bruselas para que activara más ayudas hasta que la fuerza de 21 países logró que la comisaria de Agricultura aceptara una ayuda de 300 millones extra.  

Si se busca algo positivo tal vez se pueda encontrar en que en 2009 llegó  la firma de un acuerdo entre los eslabones de la cadena encaminada a dar estabilidad al sector y, aunque sus inicios han sido complicados con los contratos bajo mínimos, está comenzando a avanzar. 

La crisis económica provocó "el resentimiento del consumo" de carne de vacuno, a lo que hay que sumar los problemas de precios que comparte éste con los demás sectores, especialmente en cuanto a los costes en alimentación que en animales en extensivo se han visto incrementados por la sequía. Uno de los hitos de este año fue el fin de las disputas entre EE.UU. y la UE por la carne hormonada que se resolvió permitiendo al país americano exportar a tierras comunitarias 20.000 toneladas al año de carne de vacuno de calidad, que no haya sido hormonada, durante tres años. 

En el sector ovino-caprino, como en todos, se repite la situación: precios bajos y costes de producción muy elevados con el número de explotaciones en caída libre desde hace ya más de 3 años. Pero sin duda, uno de los grandes problemas del ovino-caprino ha sido la falta de consumo que en 2009 volvió a bajar a los 3,4 kilos por habitante y año. A ello se ha de añadir los problemas que algunas explotaciones han sufrido a causa de las vacunaciones por la lengua azul.  

En 2007 empezó  el calvario del sector porcino que está sumido, desde entonces, en una profunda crisis. No fue mejor 2009 protagonizado por "los bajos precios y los elevados costes" sumado a las amenazas "de cierre de fronteras" -especialmente de Rusia- motivados por la Gripe A. También, la paridad euro/dólar jugó en contra del sector mermando su competitividad en el extranjero y "siendo sustituidos en ocasiones por producciones de terceros países. Los beneficios que en el sector se lograron hace años, se están lapidando en estos últimos tres y la crisis ya no sólo afecta a la producción también a la industria donde vemos cómo comienzan ya a cerrar mataderos. Como positivo y muy importante, tenemos el ligero descenso que experimentaron los precios de los piensos lo que ha permitido, en algunos casos, cubrir los costes. 

La avicultura parece ser, en los últimos años, la que mejor capea la crisis y aunque sus precios también están bajos, consiguen mantenerse gracias, en parte, a que su consumo, por la crisis, ha crecido, ya que se trata de una carne barata. 

Por su parte, el sector cunícola también ha sufrido los azotes de la crisis, perdiendo este año el 12 por ciento de sus explotaciones. Sin embargo, los precios medios, aunque bajos, se han mantenido en los niveles de años anteriores lo que, sumado al descenso de los piensos ha permitido que la situación para los cunicultores sea menos dramática que el pasado año. 

No obstante, pienso que no es una machada zapateril decir que "La cabaña española es una de las más sanas de todo el mundo". La campaña de vacunación contra la lengua azul dio sus frutos, detectándose sólo pequeños focos en zonas fronterizas con Portugal. 

Pero no es lo único, enfermedades como la de Aujeszky están prácticamente extinguidas mientras otras como la Encefalopatía Espongiforme Bovina lleva muchos años descendiendo. Hace ya mucho tiempo que no se recuerda una gran afección en la ganadería española que ponga en peligro algunas explotaciones. 

… Y para el futuro… Incertidumbre, "no sabemos hacia dónde van a ir las cosas", con una merma en el relevo generacional, con menos gente que apuesta por el campo y con unas administraciones que no vemos que reaccionen a nuestras peticiones. Por todo eso, "no podemos ser muy optimistas".

    

Jesús Domingo

0 comentarios: