2/26/2010

La Naturaleza queda fuera del Pacto de Estado según Ecologistas en Acción

 

 El documento que presentó ayer el Gobierno como base de las negociaciones para alcanzar un Pacto de Estado para salir de la crisis deja fuera, una vez más, a la Naturaleza. Ecologistas en Acción se pregunta cómo se va a alcanzar ningún pacto con visos de continuidad si se deja fuera la base de la vida.
 Ecologistas en Acción recuerda que nuestra vida depende de la Naturaleza. La biodiversidad nos facilita una gran cantidad de servicios básicos como el agua limpia o medicinas. Del subsuelo obtenemos recursos energéticos y minerales no renovables. Y sobre él, si lo tratamos con mimo, podemos cultivar nuestros alimentos durante millones de años. Una atmósfera equilibrada purifica nuestro aire, nos protege de las radiaciones ultravioleta y, a través de ella, nos lleva una fuente de energía inagotable desde el punto de vista humano: la solar.
 Desde esta perspectiva es un sinsentido el documento que presenta el Gobierno para iniciar las negociaciones que puedan desembocar en un Pacto de Estado contra la crisis. En el documento no se considera ni remotamente que dependemos de la Naturaleza para nuestra superviviencia, sino que se la entiende como un elemento a explotar.
 De este modo se apuesta por una mayor internacionalización de nuestra economía, lo que conlleva, inevitablemente, un mayor consumo energético, un incremento de la emisión de gases de efecto invernadero y la construcción de nuevas infraestructuras que troceen todavía más el territorio y contribuyan a la pérdida de biodiversidad.
 En línea con esa medida, el documento habla del desarrollo del modelo aeroportuario, portuario y la intermodalidad. Estas medidas son parte del Plan Estratégico de Infraestructuras de Transporte (PEIT), que tan nefastas consecuencias está teniendo con sus 6000 km de autovías y 9000 km de alta velocidad.
 En el plano energético, el Gobierno sigue sin afrontar el gran desafío que tenemos por delante: reducir nuestro consumo y desterrar las energías sucias de nuestro mix (las fósiles y las nucleares). Con medidas como la construcción del ATC, el Gobierno deja claro que no está dispuesto a dejar de destruir las bases que sostienen la vida.
 Tanto lo que se plantea del turismo, como con lo concerniente a la empresa, el objetivo es el crecimiento. Un crecimiento que empapa todo el apartado de competitividad y empleo. Un crecimiento que, en un planeta finitio, es imposible mantener de forma indefinida y sin destruir las bases naturales que sostienen nuestra existencia.
 La política industrial apuesta, como medida salvadora, por el coche eléctrico. Pero el coche eléctrico no está nada claro que contenga las emisiones de gases de efecto invernadero de la automoción, que se han doblado desde 1990. Por no hablar de que todo el resto de impactos del coche que quedan sin solución: siniestralidad, necesidad de grandes infraestructuras, modelo urbanístico... La única política posible es la reducción de la movilidad.
 Por último, Ecologistas en Acción también quiere llamar la atención sobre los aspectos financieros del documento, como el FROB, que suponen que se sigan destinando fondos públicos para apoyar a la banca privada, en lugar de encaminarlos hacia la necesaria reconversión de la economía española hacia la sostenibilidad.
 En definitiva, para la organización ecologista el Pacto de Estado que se plantea debería ser, en realidad, un nuevo Contrato Social entre el ser humano y el entorno que buscase la justicia social en paz con el planeta.

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