1/09/2011

FAO, cambio climático y precios de los cereales

 La Organización para la Agricultura y Alimentación de Naciones Unidas (FAO) asegura que, las inundaciones y la sequía de este año en importantes países productores de cereales, puedan repetirse y afirma: "es probable que estos sucesos se repitan cada vez con mayor frecuencia e intensidad en los decenios que vienen, debido al cambio climático".

 

"La financiación disponible, tanto la que hay como la prevista, es sustancialmente insuficiente para que el sector agrícola afronte los retos del cambio climático y la seguridad alimentaria", afirma Peter Holmgren, Director de la División de Medio Ambiente, Cambio Climático y Bioenergía, de la FAO.
 

 

Este es uno de los principales mensajes que la FAO destacó en la reunión anual de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, que se llevó a cabo en Cancún, México (del 29 de noviembre al 10 de diciembre).

 

Aun sin tener en cuenta los recursos adicionales que serán necesarios para preparar la agricultura para el cambio climático, los recursos para el desarrollo agrícola están llegando al punto más bajo de su historia, refiere la FAO.

 

El gasto del gobierno en agricultura en los países en desarrollo también es bajo, en las economías basadas en la agricultura representa apenas un 4% del PIB agrícola, no obstante que la agricultura representa el 29% del total de su PIB, asegura la FAO.

 

El Banco Mundial ha estimado los costos anuales de la adaptación al cambio climático en la agricultura en el mundo en desarrollo entre 2.500 y 2.600 millones de dólares al año, entre 2010 y 2050.

 

En la cumbre celebrada el año pasado en Copenhague, los países desarrollados se comprometieron, a través de un acuerdo no vinculante, a aportar 30.000 millones de dólares de financiación para un "inicio acelerado", que se repartirían entre actividades para ayudar al mundo a afrontar los efectos del cambio climático y actividades para reducir las emisiones de carbono en todos los sectores.

 

"Si bien se han establecido diversos mecanismos para movilizar recursos con el fin de atenuar los efectos del cambio climático (reducir las emisiones) y para adaptación (afrontar los efectos negativos), en su mayor parte excluyen la agricultura", asevera.

 

El mecanismo para un desarrollo limpio (MDL), creado a través del Protocolo de Kyoto, permite a los países desarrollados compensar sus emisiones de carbono invirtiendo en proyectos de energía, eficacia energética y alternancia de combustibles en países en desarrollo.

 

Sin embargo, los proyectos que fijan carbono en el suelo no pueden obtener apoyo del MDL, y la fijación de carbono en el suelo representa el 89% del potencial agrícola de atenuación.

 

"Para que la agricultura alimente a 9 000 millones de personas en el año 2050 y realice su potencial de fijar enormes volúmenes de carbono atmosférico, harán falta niveles más altos de financiación y enfoques más innovadores", indica Holmgren.

 

 

Jesús Domingo


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Aragón Liberal
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