3/30/2011

Precauciones contra la procesionaria

Con la llegada de la primavera, las orugas de la procesionaria, de ahí le viene el nombre, descienden en hilera al suelo y se convierten en un riesgo sanitario para niños, adultos y animales domésticos.
 

Esta plaga afecta por igual a los pinos que se encuentran en los bosques como en las zonas urbanas con presencia de estas especies arbóreas, especialmente en parques, jardines, colegios, urbanizaciones y áreas residenciales. Estas orugas están rodeadas de unos pelos urticantes que se dispersan y flotan en el aire produciendo irritación en la piel, nariz y ojos.

Si se produce un contacto directo con la oruga, su pelo se clava en la piel liberando un producto tóxico que genera la liberación de histamina en la persona afectada y, en consecuencia, la reacción alérgica

Por estos motivos, la procesionaria del pino, además de ser dañina para los pinos, puede convertirse en un problema sanitario para las personas. Por ello, y pese a que las Administraciones Públicas realizan periódicamente medidas de prevención en bosques y en zonas públicas de las ciudades (vías urbanas, parques y jardines), la Asociación Nacional de Empresas de Control de Plagas (ANECPLA) advierte, por su parte, del peligro que entraña la aparición de esta plaga y aconseja a los propietarios de fincas, urbanizaciones y jardines con este tipo de especies (pinos) que mantengan los árboles en un estado fitosanitario adecuado, a fin de evitar posibles focos de infestación que podrían extenderse a otras áreas.

Jesús Domingo


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Aragón Liberal

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