4/17/2011

La volatilidad de los precios una grave amenaza

Según el Banco Mundial:  "El alza y la volatilidad de los precios de los alimentos continúan siendo una amenaza".  Los precios mundiales de los alimentos, impulsados en parte por la subida de los costos de los combustibles, generan la situación insostenible en Oriente Medio y Norte de África, son un 36% más altos que hace un año y siguen inestables, por lo que empujan a las personas a una mayor pobreza, según indican las cifras dadas a conocer por la citada entidad.

"Son más las personas pobres que sufren y más las que podrían caer en la pobreza debido al alza y la volatilidad de los precios de los alimentos", ha dicho el presidente del Grupo del Banco Mundial, Robert. "Debemos dar prioridad a los alimentos y proteger a los pobres y vulnerables, que gastan la mayor parte de su dinero en alimentos".

Según la última edición de Alerta, publicación del Banco Mundial,  sobre precios de los alimentos, un incremento adicional de 10% en los precios internacionales podría hacer que otros 10 millones de personas cayeran por debajo de la línea de pobreza extrema, ubicada en 1,25 $ USA al día. Un alza de 30% en esos precios podría generar 34 millones de pobres más. Esto se suma a los 44 millones de personas que están sumidas en la pobreza desde junio pasado como consecuencia de las alzas de precios. La misma entidad estima que la cantidad de personas que vive por debajo de la línea de pobreza de 1,25 $ USA al día alcanza aproximadamente los 1.200 millones.

El índice de precios de los alimentos del Banco Mundial, que mide los precios mundiales, se ubica un 36% por encima del nivel que tenía un año atrás y sigue cercano al pico registrado en 2008. Entre los principales incrementos en relación con los valores de hace un año se encuentran el del maíz (74%), el trigo (69%), la soja (36%) y el azúcar (21%), mientras que los precios del arroz se han mantenido estables. En muchos países, las verduras, la carne, las frutas y el aceite comestible continuaron aumentando, lo que podría dar lugar a consecuencias adversas en la nutrición de los sectores pobres.

Los precios han aumentado abruptamente debido a los graves fenómenos meteorológicos ocurridos en países que son grandes exportadores de cereales, las restricciones a la exportación, el uso creciente de cultivos para la producción de biocombustibles, y la escasez de reservas en el ámbito mundial. El alza de los precios de los alimentos también se vincula con el marcado aumento de los precios de los combustibles (el petróleo crudo subió 21% en el primer trimestre de 2011 a causa de la agitación que se observa en Oriente Medio y Norte de África).

Según Alerta sobre precios de los alimentos, en los países más pobres la inflación de los precios de los alimentos ha sido mayor que en las economías de ingreso más alto. En la República Kirguisa, por ejemplo, donde el 10% más pobre de la población gasta el 73% de su presupuesto en alimentos, la inflación de dichos precios llegó al 27% en 2010. Como consecuencia, la cantidad de personas que vive por debajo de la línea de la pobreza podría incrementarse en 11 puntos porcentuales.

Las medidas destinadas a reducir el impacto del alza de los precios de los alimentos en los pobres incluyen elaborar programas de asistencia social y nutrición especialmente dirigidos a los más pobres, eliminar las restricciones a la exportación de cereales y atenuar las obligaciones respecto de la producción de biocombustibles cuando los precios de los alimentos exceden cierto umbral. También es necesario ampliar la capacidad de los países para gestionar la volatilidad a través de instrumentos del mercado financiero, mejorar los pronósticos meteorológicos, destinar más inversiones a la agricultura, adoptar nuevas tecnologías (por ejemplo, elaborar arroz fortificado para que resulte más nutritivo) y realizar esfuerzos para abordar el cambio climático.

JDM

 

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