Preocupación por las perspectivas del campo
Suele ser costumbre en todas las empresas hacer balance siempre que se acaba alguna cosa importante, en general las empresas lo hacen a finales de año. Estamos acabando el 2006 por la cual cosa ha parecido oportuno que nos fijemos en algunas cosas que han provocado la actual situación de la agricultura. Además de la peste aviar y la influencia negativa que ha tenido sobre la avicultura
Hace unos meses la Plataforma de Medios de Producción Agrícolas y las asociaciones de transformadores y comerciantes de cereales mostraban su preocupación por el estado actual y las previsiones de futuro de la agricultura en el país. Estas organizaciones reflejaban una falta de motivación generalizada del sector, como consecuencia posiblemente de la suma de los siguientes factores:
-Por una parte, la incertidumbre de la Política Agraria Común (PAC), con la implantación del Pago Único, que ha llevado ya consigo una sustitución de los cultivos hacia aquellos con menores costes productivos, sin que "a priori" se hayan realizado balances reales de rentabilidad.
-Las ayudas desacopladas en algunos cultivos, el temor a la condicionalidad de las ayudas, las modulaciones más o menos voluntarias y la implantación de diversas Organizaciones Comunes de Mercado (OCMs) y la posible promoción de otras (viña y vino, hortofrutícola, etc.) han generado efectos negativos en la agricultura española.
-Las negociaciones de la Organización Mundial de Comercio (OMC) han supuesto la tendencia hacia una mayor liberalización de los mercados mundiales, que puede afectar negativamente a las agriculturas de los países desarrollados en beneficio de la de los países menos desarrollados.
-La implantación de políticas medioambientales generalizadas en la Unión Europea se llevan a cabo por igual en todos los países comunitarios, sin tener en cuenta quizás las especiales diferencias de climatología, suelo...etc., existentes entre ellos. Exigencias que no se exigen o, al menos en la misma manera, a los productos que importamos a terceros países.
-La gran dependencia de la climatología en el desarrollo de los cultivos, que actúa como factor impredecible y limitante en el resultado de los rendimientos, viéndose reflejado claramente en los dos últimos años. Las sequías y la falta de perspectivas para disponer de agua para el riego en muchas zonas, especialmente en el Levante.
-Los bajos precios pagados al agricultor por los productos agrícolas son un factor de especial importancia, que están llevando a la descapitalización del agricultor y consecuentemente está afectando al normal desarrollo de sus actividades y la falta de competitividad.
-Ello implica una reducción en el consumo de todos los insumos (abonos, productos fitosanitarios, se millas certificadas, elementos de producción, equipos de riego, etc), cuyos costes de fabricación, a su vez, se han visto incrementados debido a los altos precios de los productos energéticos y, en concreto, del gas natural, en tanto que éste representa el 50% del coste total de fabricación de los fertilizantes nitrogenados (otro ejemplo, el de la semilla certificada, cuyas ventas han descendido en 125.000 t) y así, sucesivamente, fitosanitarios y maquinaria agrícola y de riego.
-Los elevados precios a los que se ha de pagar los carburantes, especialmente el gasóleo.
Todos estos factores han llevado a un desánimo generalizado y a una falta de motivación de los agricultores, productores y suministradores de medios de producción agraria, transformadores y distribuidores de productos agrícolas, e incluso a las propias instituciones y organizaciones agrarias, constatando una verdadera crisis entre las empresas que dependen del sector productor agrario.
Si a todo lo anterior se añaden recientes informaciones sobre propuesta de modificación y/o una nueva reforma de la PAC o la desaparición de las cuotas lecheras –la Comisaria lo va lanzando-, no es de extrañar la honda preocupación y frontal oposición a cualquier modificación y/o nueva reforma, como ahora se está apuntando, que impliquen un mayor o total desacoplamiento de las ayudas PAC, que conllevarían un abandono de la actividad irrecuperable y con gravísimas consecuencias para la agricultura española y todo su entorno económico, industrial y comercial.
Es por todo ello que existe una seria preocupación por la difícil situación que atraviesa actualmente la agricultura en nuestro país, haciendo un llamamiento a la Administración y a todas las organizaciones con responsabilidades sobre el desarrollo de nuestra agricultura para analizar en profundidad la situación actual y las perspectivas del campo español. Hay que tener en cuenta que no afecta sólo a los agricultores sino a las empresas productoras de insumus y a las distribuidoras.
Las mismas organizaciones comentadas al principio, solicitaban a la Ministra de Agricultura que atienda en especial estas necesidades y que España se oponga radicalmente a cualquier modificación de la PAC reformada, actualmente ya crítica.
Jesús Domingo Martínez
Cuadro de Mariano Velasco Ramirez ( Ver más obras y biografía )
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