7/06/2007

LOS COMBUSTIBLES FÓSILES

LOS COMBUSTIBLES FÓSILES


Hace años asistí a una conferencia de un ingeniero de una delegación rusa. Fue antes de la desmembración de la URSS. Una conferencia muy interesante en la que explicaba el procedimiento de aprovechamiento del carbón de la Tundra, al norte de Rusia. Este carbón no es económicamente extraíble porque se trata de una serie grande de capas de carbón de poco espesor que llegan hasta una profundidad superior a los quinientos metros. La idea es curiosa, se trata de transformarlo en gas, para lo cual introducen dos tuberías hasta la profundidad de la última capa de carbón, a una cierta distancia la una de la otra. Después inflaman el carbón de todas las capas e introducen vapor de agua y oxígeno, con lo que sale el carbón transformado en gas por la otra salida. Algo parecido a los gasógenos que llevaban los coches en la posguerra, pero a lo bestia, un gasógeno gigantesco y perfeccionado. El problema era encontrar compradores para ese caudal enorme de gas que pretendían sacar y que continúan actualmente extrayendo y enviando a Europa..


Me extrañó mucho, por aquel entonces, que todas las comparsas de la URSS de Izquierda Unida, de todos los países, en especial la de España, la tomaran con la eliminación de las centrales nucleares, e impedir que se instalaran otras nuevas. Así desaparecieron en España varias centrales. Una, como la de Lemónix antes de ponerla en funcionamiento, varias por alguna pequeña avería, y otras por un miedo colectivo inculcado en la población, siempre alentado por IU. En parte por el pánico debido a la explosión de la central atómica que ocurrió en Rusia. Resultó que en aquella central nuclear de Rusia no existían las mínimas medidas de seguridad precisas, ni la cubierta de hormigón, ni nada. E incluso hubo quien dijo que había sido provocada. En la actualidad, tenemos en España muchísimas menos que en Francia y que otros países europeos.


La emisión de CO2 a la atmósfera es una cantidad de miles de millones de toneladas al año, originados por la combustión anual de combustibles fósiles, petróleo y carbón especialmente, sin contar la quema de leña, bosques, rastrojos y matorrales. Las principales emisiones vienen de las centrales térmicas, de los motores de los coches, camiones, barcos y aviones, de los humos de las fábricas de cemento y de otras fábricas con hornos. También cada persona y animal vivo expulsa al día al respirar una cantidad importante de CO2. Basta pensar que cada 12 gramos de carbono quemado producen 44 gramos de CO2, por eso es imprescindible buscar otras fuentes de energía en la que no haya combustión. Y no podemos en España por el deseo de beneficiar a Rusia en la venta de su gas a Europa, rechazar la energía atómica, sin dejar por eso de promocionar las otras alternativas, como la energía hidráulica, la eólica, la solar, etc.


El calentamiento de la tierra es un hecho confirmado, pero que parece tan lejano que no se le da la importancia que tiene, una de las formas es la de ampliar, modernizar e instalar nuevas centrales nucleares en España.


Se le ha hecho tanta propaganda negativa por parte de personas irresponsables que incluso piden que se cierren las actuales, que la gente tiene miedo y se oponen a que se instalen en la proximidad de sus pueblos; pero desconocen las ventajas que suponen para el país.


Miguel Vargas Muñoz

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