Esta actuación, solicitada por el municipio, supondrá una inversión de 12,8 millones de euros para recuperar el cauce afectado por la acumulación de lodos procedentes de crecidas de los ríos Segre y Cinca y sobre todo, del vaciado del embalse de Barasona en 1995
El proyecto se incluye en la Estrategia Nacional de Restauración de Ríos
Está prevista una limpieza de 30 hectáreas y la creación de un espigón de protección de 700 metros para reducir la sedimentación futura
La Confederación Hidrográfica del Ebro ha autorizado la Información Pública del proyecto de recuperación del lecho y mejora del estado ecológico del río Segre en la confluencia con el Ebro, en el término municipal de Mequinenza (Zaragoza). Esta actuación se incluye en la Estrategia Nacional de Restauración de Ríos del Ministerio de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino y se estima una inversión por parte del Gobierno de España de 12.826.695 euros.
El área de trabajo se encuentra en el embalse de Ribarroja, donde la acumulación de lodos se ha traducido en una reducción de la lámina de agua, lo que ha provocado problemas de estancamiento de aguas, con la consiguiente proliferación de moscas, mosquitos y la aparición de malos olores en las proximidades del casco urbano. Además, esta sedimentación ha inutilizado totalmente el Campo Municipal de Regatas de Mequinenza, diseñado para albergar competiciones internacionales.
Los lodos depositados proceden en su mayoría del vaciado del embalse de Barasona, en el río Ésera (afluente del Cinca) que se realizó en 1995, aunque se ha agravado desde entonces por el arrastre de sedimentos en las distintas crecidas del Cinca y el Segre. Por ello, el Ayuntamiento de la localidad de Mequinenza solicitó esta actuación como restitución ante la necesaria acción de vaciado que se desarrolló en Barasona. Para recuperar el Campo de Regatas y reducir los efectos sobre el casco urbano, se han definido las tareas para la eliminación de lodos en el área más cercana al municipio, en una superficie de unas 30 hectáreas. Además, para reducir todo lo posible los sedimentos que se puedan acumular por futuros arrastres, se ha incluido la construcción de un espigón defensivo de 700 metros.
Como acciones complementarias, gracias a este proyecto se construirá también una planta de desinfección de embarcaciones y otros elementos para reducir el contagio de mejillón cebra, dada la abundante presencia de esta especie invasora en el embalse de Ribarroja. También se realizarán plantaciones y se instalará mobiliario rústico en el camino que bordea en embalse.
A través de la Estrategia Nacional de Restauración de Ríos, el Ministerio de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino está fomentando una línea de acción de mejora integral de las masas de agua. La Cuenca del Ebro ya se ha visto beneficiada con varias actuaciones. La primera de ellas, la restauración de las riberas del río Cinca entre Fraga y Velilla (Huesca), un proyecto ya en avanzado estado de ejecución. A esta obra se suma la redacción de otros proyectos, como la restauración del río Ara en Fiscal (Huesca) o la actuación en la confluencia del Ebro y Matarraña, en Fayón. Proyecto El área de actuación en el lecho del río Segre se extiende a lo largo de la margen derecha, desde un espigón existente, hasta las inmediaciones del puente que comunica Mequinenza con la margen izquierda del río, en una superficie de unas 30 hectáreas y suponiendo la retirada de unos 405.000 m³.
Para efectuar la retirada de lodos se utilizará un sistema de bombas de aspiración que permiten conducir hasta la boca de aspiración los lodos decantados. Estas tendrán una capacidad de aspiración mínima de 250 m³/hora y se prevén utilizar hasta tres simultáneamente. El conjunto para la limpieza de la zona se completa con una balsa o pontona auxiliar por la distancia entre el punto de dragado y la recepción de tierras.
La eliminación de lodos se realizará en tres fases, comenzando por la zona donde se ubicará el futuro espigón de protección. Las fases dos y tres, por su parte, se ejecutarán de forma que siempre quede libre el acceso a uno de los dos embarcaderos de los que dispone el municipio de Mequinenza en la margen derecha del río Segre.
Otro de los objetivos del proyecto es la construcción de un espigón de protección dotado con compuertas que reducirá la acumulación futura de sedimentos en esta área donde se va a actuar. Se trata de una estructura rectilínea de 700 metros de longitud que presenta la apertura de un canal regulador por compuertas para facilitar la renovación del agua.
Este proyecto incluye también la construcción de una planta de tratamiento contra el mejillón cebra. Se trata de una estación de desinfección de embarcaciones y otros utensilios como las que el Organismo de Cuenca está ejecutando en otros embalses afectados por el mejillón cebra.
La estructura tendrá un depósito de agua de hasta 2.000 litros de capacidad y un depósito de gasoil para el funcionamiento del grupo hidrolimpiador. Este grupo está dotado con una caldera para el calentamiento del agua hasta 90º C. El último capítulo de acciones se centra en la recuperación ambiental y paisajística.
Los trabajos se realizarán de forma que se reduzca lo más posible la turbidez, para lo que se ha dispuesto el tendido de unas cortinas que dejan pasar el agua, pero no los materiales en suspensión. Además, en la zona de riberas se recuperará un sendero que bordea el embalse, se realizarán plantaciones y se instalará mobiliario rústico.
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