12/01/2010

Alimentar población y "enfriar" el planeta

 

 
 
Representantes de las organizaciones agrarias y las Cooperativas Agro-alimentarias han coincidido en reivindicar, en la comisión mixta Congreso-Senado sobre cambio climático, el papel de la agricultura para alimentar a la población mundial y "enfriar" el planeta, por su "efecto sumidero" de CO2.
 
 

Asimismo, han pedido que no se criminalice a la ganadería por la generación de gases de efecto invernadero, ni se caiga en la tentación de que sirva como excusa para reducir cabañas.

 

El responsable de Medio Ambiente de Cooperativas Agro-alimentarias, Juan Sagarna, ha explicado que la agricultura española concentró el 9,60 por ciento del cómputo nacional anual de las emisiones de gases de efecto invernadero en 2008, aunque el nivel se ha reducido desde el 13,24% alcanzado en 1990, lo que demuestra que la agricultura y ganadería "han sido más eficientes".

 

Sagarna ha recordado que actualmente se están incorporando los etiquetados sobre la huella de carbono en los productos y que el modelo anglosajón es el que está imponiendo su sistema en el comercio internacional, con el riesgo que supone para la competitividad, por lo que ha abogado por una armonización de normas.

 

Entre los caminos de futuro para el sector, se ha de procurar no se caiga en la opción de reducir las cabañas ganaderas para limitar la emisión de metano, sino que se innove en piensos, se mejore la gestión de los purines del porcino y de los fertilizantes, y se potencie el laboreo de conservación y las energías renovables.

 

Por su parte, el director de los Servicios Técnicos de la Asociación Agraria Jóvenes Agricultores (Asaja), José Carlos Caballero, ha apuntado la necesidad de adaptación del sector agrario al previsible aumento de temperatura y al cambio climático, y de que haya más apoyo al agricultor para impulsar los biocarburantes.

 

Caballero ha detallado que los sectores que más emisiones provocan en el campo son el vacuno de leche y de carne, y el arroz, y que reducirlas implicaría limitar cultivos o cabezas, lo que "no es lógico, ni asumible" con el objetivo de abastecer de alimentos a 9.000 millones de habitantes mundiales previstos para 2050.

 

A su juicio, las medidas de adaptación al cambio climático deben centrarse en evitar la pérdida de tierras de cultivo, al tiempo que en apoyar la biotecnología y las inversiones hidráulicas para regular caudales y garantizar riegos de apoyo.

 

La responsable de Medio Ambiente y Agua de la Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos (COAG), Marta Piqueras, ha reivindicado una gestión adecuada de los bosques que recoja también usos medioambientales, recreativos y ganaderos, con máxima coordinación entre las Administraciones.

 

Tras recordar la importancia de conservar las masas forestales por su efecto para "secuestrar carbono" durante sus procesos de fotosíntesis, Piqueras ha planteado un desarrollo sostenible de los ecosistemas naturales, con el mantenimiento de los pastizales y una explotación adecuada de la ganadería extensiva.

 

Ha pedido que no se criminalice a la ganadería, ni se opte por limitar producciones en la Unión Europea -ante el riesgo de deslocalización, y que se homogeneicen las normas sobre cómputo de la huella de carbono y etiquetado en los productos agroalimentarios para evitar competencia desleal.

 

El responsable medioambiental de la Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos (UPA), José Manuel Delgado, ha abogado por políticas, instrumentos y herramientas para luchar contra el cambio climático, que entraña riesgos como la menor productividad, más plagas y desertización, volatilidad, crisis alimentarias, adversidades climáticas y carencia de agua para regadío.

 

Delgado ha insistido en que el sector agrario juega un papel relevante como sumidero de dióxido de carbono, por lo que se debe "valorizar" su contribución frente al efecto invernadero, así como el uso de prácticas cada vez más eficientes y sostenibles.

 

Ha defendido la puesta en marcha de un plan de adaptación del sector al cambio climático que recoja una regulación de recursos hídricos y de regadíos, y fomente los cultivos agroenergéticos y la investigación de variedades mejor adaptadas y resistentes.

 

El senador del PP Jose Valín Alonso se ha interesado en su intervención sobre posibles fórmulas para reducir la emisión de gases efecto invernadero en la ganadería de rumiantes, y para optimizar las prácticas agronómicas y de laboreo, o el regadío.

 

El diputado del PSOE Fernando Moraleda, por su parte, ha planteado el papel de la industria agroalimentaria española frente al cambio climático y el del olivar o los viñedos como sumideros de CO2.

 

 

J Domingo



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