En la UE, las explotaciones que reciben más ayudas son las relacionadas con sectores PAC (leche, vacuno carne y grandes cultivos), las cuales suponen un 95% de la superficie agraria comunitaria, es decir, que si la viabilidad de este tipo de explotaciones se ve afectada por la eliminación de los pagos desacoplados, se generaría un impacto negativo en el medio rural.
La eliminación de las ayudas también influiría en la adaptación de los agricultores y ganaderos. Las ayudas reducen el éxodo de la agricultura, favorecen la ocupación agraria a tiempo parcial y dan estabilidad a los ingresos lo que fomenta las inversiones y la asunción de riesgos que en consecuencia genera producciones más rentables.
En este sentido pienso que vale la pena tener en cuenta que el Copa-Cogeca ha destacado en una reunión de alto nivel el papel económico importante de los agricultores en el suministro de alimentos y servicios a la sociedad europea. Ha insistido en que el bienestar de los agricultores y sus familias es crucial para que puedan asegurar el cumplimiento de los objetivos de la PAC y atender las expectativas de la sociedad.
También es positivo tener en cuenta las palabras del Presidente del Copa quien ha advertido que "La gran diferencia existente entre la renta de los agricultores y la de aquellos que trabajan en otros sectores, pone en peligro todos los objetivos de la PAC. Si los mercados agrícolas no pueden asegurar el bienestar de los agricultores y sus familias, los agricultores no podrán cumplir su papel de conservación de un paisaje y un medio rural variados, sostenibles y atractivos". Me consta que desde las Organizaciones Profesionales Agrarias apoyan plenamente las elevadas normas europeas de producción, pero los mercados donde los precios agrícolas han tocado fondo, no permiten a los agricultores respetar dichas normas y al mismo tiempo ser rentables. Por consiguiente, ya sólo el año pasado los ingresos agrícolas cayeron un 12%.
Estoy de acuerdo con la necesidad de una Política Agrícola Común (PAC) sólida, que refuerce el papel económico de los agricultores y, por consiguiente, su capacidad para garantizar la seguridad del suministro alimentario, la inocuidad alimentaria, el empleo rural, un elevado nivel de biodiversidad ambiental y de bienestar animal, y que sea capaz de afrontar los nuevos desafíos como el cambio climático. Aspectos destacados en las demandas de Mérida. También cabe destacar la necesidad de que las importaciones cumplan las elevadas normas europeas.
Agricultores y ganaderos concentrados en Mérida, han exigido precios justos para las producciones agrarias, ligados a los costes de producción, y una mayor participación del sector primario en la cadena de valor agroalimentaria, para luchar contra los abusos de poder que cometen las grandes cadenas de distribución alimentaria, aprovechando su posición de dominio del mercado.
Igualmente, los agricultores y ganaderos han exigido una apuesta decisiva por la preferencia comunitaria, un férreo control de las importaciones, establecimiento de medidas de regulación de mercado, rediseño de los mecanismos de intervención y que los productos de terceros países se vean obligados a cumplir las mismas condiciones de producción y garantías sanitarias que los comunitarios, para evitar la competencia desleal.
En síntesis, las reivindicaciones del sector son:
1. Precios justos para 'nuestros' productos y regulación de los mercados agrarios.
2. Costes. Conseguir mayor transparencia en los precios de los insumos agrarios
3. Establecimiento de una PAC sólida más allá del 2013.
4. Apoyo al sector agrícola y ganadero de cara a la adaptación a las consecuencias derivadas del cambio climático.
5. Puesta en marcha de un plan de concentración de la oferta e integración cooperativa que permita evolucionar hacia un modelo de cooperativismo dimensionado y competitivo.
Ya en clave interior, algunas organizaciones consideran que el agro es "la Cenicienta de las políticas del Gobierno", pues tienen la sensación que ninguna de las medidas que el Gobierno acordó poner en marcha se han traducido en realidad, tan sólo la refinanciación de la deuda, se ha podido llevar a cabo, mientras que quedan pendientes medidas relacionadas con las tarifas eléctricas, otras relacionadas con la fiscalidad, o medidas relacionadas con el apoyo a los precios que en muchos casos derivan en problemas en producciones como es el caso del vacuno de leche, por ello apoyo a los agricultores y ganaderos en esta exigencia.
A la concentración de Mérida han asistido los máximos responsables de las organizaciones convocantes, que han reclamado una PAC más allá de 2013 con el 100 por cien del presupuesto, "porque las ayudas son necesarias para que los agricultores y ganaderos puedan seguir viviendo de sus explotaciones". Tal vez lo más importante en este caso es que el campo, salvo contadas excepciones, se ha mostrado unido ante la crisis
Jesús Domingo
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