Precios agrícolas y negociación directa. Difícil, muy difícil

 

Justo se aprobó una ley que permitía a los agricultores negociar precios con las empresas trasformadoras y/o distribuidoras de alimentos, cuando la Comisión Nacional de la Competencia (CNC) pública su informe sobre la aplicación de las normas de competencia al sector agroalimentario. "La fijación de precios por parte de los operadores presentes en un mercado, así como los acuerdos entre empresas, las decisiones o recomendaciones de una asociación de empresas o las prácticas concertadas que fijen directa o indirectamente los precios de compra o de venta son una infracción grave del derecho de la competencia".

 

 

El campo manifiesta el mal que puede causar una negociación directa con Mercosur, pidiendo la intercesión del Parlamento y de la misma Comisión Europea (CE) para evitar perjudicar gravemente los intereses de los agricultores europeos y salta el comisario europeo de Comercio, Karel De Gucht, pidiendo "respeto" al mandato que tiene la Comisión Europea (CE) para negociar un acuerdo de asociación con el Mercado del Sur.

 

En opinión de comisario, "la mejor manera de que funcione el triángulo institucional", en referencia a la Comisión Europea, la Eurocámara y el Consejo de la UE (donde están representados los países), "es reconociendo las necesidad de respeto mutuo". "Es necesario respetar el reparto de competencias y así seguiremos siendo todos amigos", concluyó.

 

El aviso parece claro, tanto como el del CNC, si hay que negociar se negocia si parece oportuno y es favorable a otros sectores y que nadie se atreva a decir lo que he de hacer, será mejor para todos. Así es difícil, muy difícil, mantener una agricultura competitiva en la Unión Europea.

 

Jesús Domingo Martínez