Con aquel motivo, la Comisión Europea (CE) ha hecho publico un informe sobre los progresos de los Estados miembros para hacer frente a la escasez de agua y la sequía. En muchas zonas de Europa y no sólo en la mediterránea, el equilibrio entre la demanda y disponibilidad del agua ha alcanzado un nivel crítico. La situación podría empeorar a medida que el cambio climático avanza. En el período previo a una revisión de la política de aguas importante en 2012, el informe presenta las medidas de gestión del agua establecidos por los Estados miembros para hacer frente a la escasez y la sequía y se destacan las áreas de nuevas medidas.
Recordamos que en 2009/10, la escasez de agua afectó en gran parte del sur de Europa, debido a los limitados recursos hídricos, la alta demanda de agua y menos lluvia. La República Checa, Chipre y Malta tuvieron escasez de agua de manera continuada. En 5 Estados miembros (Francia, Hungría, Reino Unido, Portugal y España), la sequía o el nivel de precipitación ha sido inferior a la media a largo plazo y en cuatro (Países Bajos, Suecia, Francia y Rumania) han experimentado una escasez limitada de agua.
El informe confirma que la escasez de agua y la sequía no se limita a los países mediterráneos. Aparte de algunas zonas del norte de Europa con abundantes recursos hídricos, la falta de agua es un problema creciente en toda la Unión Europea (UE). Estudios recientes prevén que en la mayor parte de Europa, en 2050, habrá una situación de estrés hídrico severo o medio, como consecuencia de un uso no sostenible del agua y de los efectos del cambio climático.
-Uso eficiente del agua en la agricultura y el medio ambiente urbano,
-Una mejor planificación, por ejemplo mediante la integración de la escasez de agua y la sequía en planes hidrológicos de cuenca y políticas sectoriales, y
-Instrumentos adecuados de aplicación, tales como la tarificación del agua y la asignación del agua.
El mismo día y con idéntico motivo la WWF recordaba que España es pionera en la gestión del agua por cuencas hidrográfica y no político-territoriales, saliendo al paso de las recientes sentencias del Tribunal Supremo. Por ello, es fundamental continuar con este modelo de gestión para preservar este recurso limitado y mantener la biodiversidad del entorno natural.
Además, a nivel mundial existe un gran clamor social, técnico y científico a favor del mantenimiento de la cuenca hidrográfica como unidad de gestión. Grandes conflictos internacionales por el agua se deben a que las cuencas hidrográficas se fragmentan por los límites políticos, creando problemas de insostenibilidad, insolidaridad entre territorios, exportación de problemas de contaminación y escasez hacia los territorios de aguas abajo. Decisiones históricas como el desigual "reparto" del Nilo entre Egipto y Etiopía y Sudán son un claro ejemplo de ello.
Otro aspecto es el de riego. Las organizaciones agrarias más representativas han coincidido en reclamar, con motivo del Día Mundial del Agua, un nuevo impulso a los regadíos, que consideran, i estoy totalmente de acuerdo con ellos, esenciales desde el punto de visto productivo, económico y ambiental, y clave para garantizar la soberanía alimentaria. Es imprescindible defender la potenciación del regadío –no olvidemos que una hectárea regada produce más que 6 de secano- para atender las necesidades de alimentación de la humanidad, más infraestructuras hidráulicas y capacidad de embalse e interconexión entre cuencas, respetando siempre los intereses de las cedentes.
También se aboga por una política de mejoras de los regadíos y la implantación de "riegos sociales" con financiación apropiada de las administraciones públicas, al tiempo que hay que lamentar factores que limitan la actividad, como el aumento de las tarifas eléctricas. El apoyo a los regadíos es más necesario, si cabe, en un momento de "graves dificultades" para la actividad agraria debido al "imparable incremento" del precio del gasóleo, de los fertilizantes o plásticos y del descenso de los precios en origen, que provoca el abandono de explotaciones. Recordemos que en España la aportación de los cultivos de regadío a la Producción Final Agrícola supone más del 50 % del total, mientras que la superficie ocupada por éstos sólo representa el 15,01 % de la extensión agrícola útil.
Para acabar debemos tener en cuenta que el agua es la base de la vida y un bien escaso que hemos de gestionar de manera racional por nuestro beneficio y bienestar y el de la naturaleza que nos rodea.
Para lograrlo creo que es necesario realizar una tarea educativa de prevención promoviendo hábitos y actitudes responsables en cuanto al consumo de agua, de manera que en muchas ocasiones, partiendo de un cambio de valores y hábitos sencillos, optimizamos la calidad de vida desarrollando el sentido de la responsabilidad y la participación, tanto individual como colectivamente, y generando cada vez más ciudadanos responsables con su entorno.
No debemos olvidar algunas recomendaciones simples que no nos suponen ningún cambio profundo en nuestra conducta habitual pero que sí tienen un gran impacto social como por ejemplo: revisar los aparatos sanitarios de nuestra casa, que ningún grifo gotee, que el inodoro funcione correctamente sin pérdidas, ducharse en lugar de bañarse, cerrar el gripo mientras nos cepillamos los dientes, enjabonamos o afeitamos, no utilizar el inodoro como papelera, regar nuestras plantas teniendo en cuenta las horas de menos calor para evitar la evaporación del agua.
Jesús Domingo
--
Aragón Liberal
0 comentarios:
Publicar un comentario