6/19/2011

Acción Complementaria para frenar “el hollín y la contaminación”

 


Esta acción podría ayudar a limitar el aumento de la temperatura mundial a dos grados o menos. La mejora de la calidad del aire y la salud humana, la productividad agrícola, la reducción del cambio climático a corto plazo y la oportunidad de ralentizar la grave fusión del Ártico son algunos de los múltiples beneficios. Una nueva evaluación del PNUMA y la OMM complementan la acción urgente necesaria para reducir las emisiones de CO2 en el marco del acuerdo sobre el clima de la ONU.

La acción rápida sobre contaminantes como el carbono negro, el ozono troposférico y el metano puede ayudar a limitar, en un plazo cercano, el aumento de la temperatura global, y ampliar significativamente las posibilidades de mantener el incremento de la temperatura por debajo de 2 grados centígrados, y tal vez hasta de 1,5 grados centígrados, de acuerdo con una evaluación reciente.

La protección del clima es fundamental en el corto plazo para contribuir a reducir considerablemente el riesgo del "cambio climático global amplificado" vinculado a la rápida y extensa pérdida de hielo del Ártico tanto en tierra como en el mar.

Una acción rápida podría también reducir la pérdida de los glaciares de montaña vinculados en parte con los depósitos de carbón negro, a la vez que disminuir en dos tercios el calentamiento previsto en el Ártico en las próximas décadas.

Los científicos participantes en la evaluación, coordinada por las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) y la Organización Meteorológica Mundial (OMM), destacan también las numerosas oportunidades en salud pública y seguridad alimentaria, más allá de las relacionadas con la lucha contra el cambio climático.

Grandes reducciones de las emisiones de carbono negro pueden mejorar la salud respiratoria, reducir los ingresos hospitalarios y los días perdidos en el trabajo debido a enfermedad, indica la evaluación, cuya Secretaría es proporcionada por el Instituto Ambiental de Estocolmo. De hecho, se estima que, en promedio, se podrían evitar en el mundo cerca de 2.5 millones de muertes prematuras por contaminación del aire al año para el 2030. Se cree que muchas de esas vidas se salvarían en Asia.

Una gran reducción del ozono a nivel del suelo también podría contribuir a reducir los daños a cultivos equivalentes a entre un uno y un cuatro por ciento de la producción anual mundial de maíz, arroz, soja y trigo.

Reducir las llamadas "forzadores del clima de corta duración" (SLCFs por sus siglas en inglés) puede tener beneficios inmediatos en el clima, la salud y la agricultura, concluye el informe. Esto se debe a que, a diferencia del dióxido de carbono (CO2) que puede permanecer en la atmósfera durante siglos, el carbono negro, por ejemplo, sólo persiste durante días o semanas.

Los investigadores, sin embargo, también subrayan el hecho de que, si bien la acción rápida sobre el carbono negro y el ozono troposférico podría desempeñar un papel clave en limitar en el corto plazo el impacto en el clima, una acción inmediata y sostenida para reducir el CO2 es crucial si se quiere limitar el incremento de la temperatura a largo plazo.

La acción combinada sobre los forzadores del clima de corta duración y sobre los gases de efecto invernadero de larga vida es la que mejorará las posibilidades de mantener, durante todo el siglo XXI, el incremento de temperatura por debajo del objetivo de dos grados.

Los hallazgos, dados a conocer durante una reunión de la Convención Marco de Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC) en Bonn, Alemania, han sido recopilados por un equipo internacional de más de 50 investigadores presidido por Drew Shindell, de la Administración Nacional de Aeronáutica y del Espacio (NASA).

Achim Steiner, Subsecretario General y Director Ejecutivo del PNUMA, dijo: "ahora hay razones claras, sólidas, abundantes y convincentes para reducir los niveles de contaminantes como carbono negro y el ozono troposférico, junto con el metano: su creciente contribución al cambio climático es sólo una de ellas."

"Esta evaluación pone de manifiesto cómo la ciencia sobre los forzadores de clima de corta duración ha evolucionado a un nivel de madurez que ahora requiere y demanda una respuesta política firme de las naciones. Los expertos destacan cómo un pequeño número de medidas para la reducción de emisiones -como por ejemplo las dirigidas a la recuperación de metano en los sectores del carbón, el petróleo y el gas, o al suministro de estufas de cocinar de combustión más limpias; las trampas de partículas para vehículos diesel y la prohibición de la quema a cielo abierto de residuos agrícolas-  ofrecen beneficios importantes para la salud pública, la agricultura, la economía y el medio ambiente", agregó.

La Evaluación Integrada del Carbono Negro y el Ozono Troposférico del PNUMA y la OMM sugiere que la acción podría ser catalizada no sólo a través del proceso de la convención de la ONU sobre el clima, sino también a través de, por ejemplo, el fortalecimiento de los acuerdos nacionales y regionales sobre la calidad del aire.

Michel Jarraud, Secretario General de la OMM, dijo: "la mayor atención para combatir el cambio climático se centra en la reducción del principal gas de efecto invernadero, el CO2. Sin embargo, en los últimos años ha quedado claro que una gama de otros contaminantes, como el carbono y el ozono troposférico, está agravando el problema."

Este informe subraya la necesidad de contar con una base de observación y de actividades de investigación más sólidas a fin de aumentar el entendimiento científico de la función de estos otros contaminantes en el sistema del clima cambiante. El Programa Global sobre Vigilancia de la Atmósfera de la OMM está abordando estos desafíos como una prioridad.

Drew Shindell, del Instituto Goddard de Estudios Espaciales de la NASA, dijo: "este informe ha arrojado luz sobre la complejidad de los efectos de calentamiento y enfriamiento de una variedad de contaminantes y utiliza la ciencia para demostrar que existen medidas claras y concretas que se pueden implementar para ayudar a proteger el clima global a corto y medio plazo".

"Tal vez, el vínculo entre las emisiones de metano y la formación de ozono troposférico sea el más intrigante. El metano es un poderoso gas de efecto invernadero por derecho propio, pero se ha comprobado que también está provocando un mayor calentamiento global al contribuir a la formación de importantes niveles de ozono troposférico- de hecho, más de lo que se suponía anteriormente. La situación "ganar-ganar" en este caso es evidente al limitar el cambio climático y mejorar la calidad del aire y, como resultado de esta evaluación, las formas para lograrlo se han vuelto mucho más claras", agregó.

El Gobierno de Suecia anunció su apoyo para una evaluación de política, amplia y con visión de futuro, para ayudar a los gobiernos a establecer los próximos pasos para implementar una acción rápida con relación a forzadores del clima de corta duración. Esto está en línea con la estrategia sobre SLCFs de Suecia y su política de integrar las políticas sobre cambio climático y contaminación del aire.

Se espera que el trabajo, coordinado por el PNUMA, esté listo antes de la próxima reunión de la Convención de Cambio Climático, prevista para finales de año en Durban, Sudáfrica.

Los contaminantes evaluados
El carbono negro es un componente importante del hollín y se forma por la combustión incompleta de combustibles fósiles, madera y biomasa. Las principales fuentes son las emisiones de los automóviles y camiones, estufas para cocinar, incendios forestales y algunas instalaciones industriales.

Afecta el clima al interceptar y absorber la luz del sol y oscurece la nieve y el hielo cuando se deposita, a la vez que influye en la formación de nubes. También es un peligro para la salud.

El ozono troposférico es un componente principal del smog urbano, es un poderoso gas de efecto invernadero y de contaminantes atmosféricos nocivos para la salud humana y los ecosistemas. Su concentración se ha triplicado en el hemisferio norte en los últimos 100 años, lo que lo convierte en el tercer gas de efecto invernadero más importante a nivel mundial.

El ozono troposférico se forma a partir de otros gases como el metano en sí mismo un potente gas de efecto invernadero emitido por fuentes tales como vertederos, la ganadería y la industria del petróleo y el gas.

¿Cómo fue realizado el estudio?
Tanto el carbono negro como los gases que forman el ozono troposférico u ozono superficial son generalmente emitidos junto con otros gases y partículas, algunos de las cuales causan el calentamiento, y otros que causan enfriamiento.

Una selección relativamente pequeña de medidas de política fue realizada de entre cerca de 2.000 medidas individuales. El impacto de las medidas que podrían reducir el calentamiento global, que tienen un gran potencial de reducción de emisiones y proporcionan calidad del aire y otros beneficios, fue modelado para 2070.

Medidas para reducir significativamente el carbono negro y el ozono a nivel del suelo
En la evaluación del carbono se identificó un conjunto de nueve acciones, que podrían aplicarse el día de hoy en su totalidad, incluyendo:

-Filtros de partículas diesel para los vehículos como parte de las normas sobre emisiones combinadas de vehículos y combustibles;

-Sustitución de las estufas de leña en los países desarrollados con estufas de pellets y calderas que utilicen combustible de madera reciclada y serrín;

-Estufas de quema de biomasa con tecnologías limpias para cocina y calefacción en los países en desarrollo;

-La prohibición de quema a cielo abierto de residuos agrícolas;

-Sustitución de los hornos tradicionales de ladrillos por hornos de eje vertical y hornos Hoffman.

Para hacer frente al ozono superficial, se identificó un conjunto de siete acciones, que dependen de abordar las emisiones de metano, incluyendo:

-El fomento del compostaje y otras medidas para reducir los residuos orgánicos que van a los rellenos sanitarios o vertederos;

-La actualización de las obras de tratamiento de aguas para incluir la recuperación de gas;

-Medidas para reducir las emisiones de metano procedentes de las industrias del carbón, petróleo y gas, incluyendo el corte de fugas de tuberías de gas de larga distancia, la promoción de la digestión anaeróbica de estiércol del ganado bovino y porcino;

-La aireación intermitente de los campos de arroz continuamente inundados.

Principales conclusiones de la Evaluación Integrada del negro de carbono y ozono troposférico en detalle

Sin medidas para reducir las emisiones de cambio climático, se prevé que las temperaturas aumenten en promedio otros 1.3 grados centígrados para mediados de siglo, "con lo que el calentamiento total desde los niveles pre-industriales llegaría a cerca de 2.2 grados centígrados".

Ártico
"El calentamiento a corto plazo puede ocurrir en regiones sensibles y podría causar cambios esencialmente irreversibles como la pérdida del hielo terrestre del Ártico, la liberación de metano y de CO2 del permafrost del Ártico y la pérdida de especies", dice la evaluación.

"Por lo tanto, la reducción de la tasa de calentamiento a corto plazo, disminuye el riesgo de transiciones irreversibles que podrían influir en el sistema climático mundial durante siglos", agrega.

-La plena aplicación de las medidas contempladas en la evaluación con respecto al carbono negro, el ozono troposférico y el metano podría reducir casi a la mitad (alrededor de 0,5 grados Celsius) el aumento previsto en la temperatura global de aquí al 2030;

-Estas medidas podrían reducir el calentamiento en el Ártico en unos 0.7 grados centígrados para el año 2040, aproximadamente dos tercios del calentamiento estimado.

Glaciares
Reducir el nivel de carbono negro en las regiones de alta montaña como el Himalaya y la meseta del Tíbet podría frenar las tasas de derretimiento de los glaciares -en parte debido a que los depósitos de hollín incrementan la absorción de la luz solar- y reducir el riesgo de la formación de lagos de origen glaciar y de inundaciones catastróficas asociadas.

-Por ejemplo, en los valles altos del Himalaya, los niveles de carbono negro ahora pueden ser tan elevados como los de una ciudad de tamaño medio.

Impactos sobre el Monzón de Asia y las lluvias de África
El aumento de las concentraciones de partículas como el carbono negro también puede afectar el calendario y los patrones de los monzones de Asia, lo que tendría importantes implicaciones para "el bienestar humano debido a los cambios en el suministro de agua y la productividad agrícola, la sequía y las inundaciones", dice la evaluación.

-La implementación de medidas sobre el carbono negro también podría conducir a una reducción considerable en la interrupción de los patrones de lluvia tradicionales en África.

Beneficios para la salud
El ozono superficial y partículas finas, como el carbono negro, están vinculados con muertes prematuras, principalmente enfermedades del corazón y cáncer de pulmón junto con otras enfermedades como la bronquitis y el bajo peso al nacer.

-La implementación de las medidas recomendadas beneficiaría a la salud pública, sobre todo en Asia y también en África.

Beneficios para los cultivos
Tanto el ozono a nivel del suelo como el carbono negro pueden afectar a la salud, al crecimiento y a la productividad de cultivos, árboles y otras plantas.

-La implementación de las medidas para reducir el metano y por lo tanto la capa de ozono a nivel del suelo, contribuirá a evitar pérdidas de rendimiento anuales de alrededor de 25 millones de toneladas de los cuatro cultivos básicos;

-La reducción significativa de las emisiones de carbono negro resultaría en 25 millones de
 
J.D.M.


0 comentarios: