1/16/2006

Donde está la clave del caudal del delta del Ebro

Actualmente, dentro de las concesiones que el gobierno de todos los españoles ha realizado a Cataluña, les ha dado a ellos la competencia de fijar el caudal del Ebro en desembocadura.

Esta opción debe analizarse con la suficiente profundidad, porque ¿cómo se puede conseguir que ese caudal fluya de modo estable?

El primer requisito está en la racionalidad del caudal que se fije. Si se plantea asegurar un vertido estacional de 7.000 hm3/año con sus puntas correspondientes de avenida, se está ante una figura tan sencilla como comprometer la explotación actual y futura del Ebro para servir ese caudal aguas abajo de Tortosa, sin otro beneficio que asegurar la geometría del delta ya que sus aportes sólidos no pueden venir mientras la trampa de sólidos que son Mequinenza y Ribarroja sigan existiendo. No quiero ni pensar lo que pasaría si esa cifra se llevase a los 9.000 hm3 que puede haber algunos años que ni se den como vertido final del Ebro.

De todos modos lo de la geometría del delta tampoco estaría asegurada sin lo que algunos llaman la "polderización" del Ebro.

Sin embargo estas líneas tienen como finalidad buscar una actitud racional ante los usos del agua que respeten los derechos y aspiraciones de todos los territorios que son bañados por el Ebro. Y un presupuesto básico es el no desembalsar las reservas cántabras, riojanas, navarras y aragonesas para servir ese caudal siempre que sea limitante, tanto de la gestión actual del agua como de la futura, en esas comunidades autónomas.

De ahí entendemos que sólo podran darse esos caudales desde los sobrantes que es imposible regular, desde los caudales que por motivos ambientales se sueltan en la actualidad, como pueden ser los 30 m3/s del Ebro en su paso por Zaragoza (con condiciones restrictivas en caso de sequía), los que puedan verterse teniendo en cuenta las limitaciones aragonesas por motivos ambientales en los embalses de Mequinenza y Ribarroja, y los que desde los afluentes del Segre que sólo pasen por Cataluña que sean reordenados para cumplir la aspiración prioritaria de esa Comunidad autónoma que es verter el agua al mar.

Con esas condiciones se minimizan los efectos para los demás socios del club del Ebro y se respeta que los catalanes aspiren a ver el Ebro continuamente crecido a su paso por Tortosa.

Federico R. de Rivera

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