1/19/2006

Qué debe primar en la gestión del agua. Caso Guadiana

El ABC en su edición impresa de 18 de enero nos informa de una nueva destitución dentro del Ministerio de Medio Ambiente, regido por la Sra. Narbona, en este caso en la Confederación Hidrográfica del Guadiana.

Aparentemente los motivos son simples: el Presidente destituido, el Señor Ignacio Sánchez, ha aplicado la ley de aguas y ha incoado expediente sancionador a 5.000 agricultores por apertura de pozos ilegales, amenazando con sanciones que van de 6.000 a 300.000 euros.

Los regantes, en este caso, acusan al Presidente de esa Confederación Hidrográfica de incumplir la promesa de la Señora Ministra de no sancionarles.

Conflicto interesante: el poder de la ley de aguas frente a la promesa de la Ministra. Esa promesa ¿es acorde con la ley?, ¿se gobierna a golpe de promesas ministeriales o de leyes, decretos leyes, reglamentos, órdenes ministeriales, etc?

No es mi intención que se sancione a nadie, pero si la aplicación de la ley lleva a la destitución de un Presidente de un Organismo de gestión del agua ¿qué es lo que falla? ¿Acaso le gestión del agua, para que se dure en un cargo público, ha de ser caótica?

Yo había entendido a la Minsitra de Medio Ambiente que iba a ser más seria en la aplicación de la ley y que los infractores iban a ser sancionados con más dureza... pero eso debió de ser hasta oír su primera pitada en Castilla-La Mancha. Es un recurso singular para resolver un expediente sancionador. Pito a un Ministro y me premian de esa manera, destituyen a quien me sancionó y nombran a otro Presidente al que le revisten ¿de qué autoridad?

Sólo queda pensar cómo vamos así a racionalizar la gestión del agua.

Federico R. de Rivera

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