25.1.2010.
ASAJA insta a la ministra Espinosa para que actúe con urgencia para evitar el desbordamiento de los ríos, en especial el Ebro y optimice el aprovechamiento del agua
Por otra parte, ASAJA Zaragoza reclamaba mejor regulación y se solidarizaban con los agricultores ribereños del Ebro que tienen que hacerse cargo de cuantiosas pérdidas.
En la reunión del Consejo Asesor de Medio Ambiente (CAMA) celebrada en el jueves 21 de enero, ASAJA ha instado a la presidenta del Consejo y ministra de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino, Elena Espinosa, a abordar de forma inmediata la coordinación de acciones dirigidas a la limpieza y acondicionamiento de cauces de los ríos.
Asimismo, desde ASAJA se ha destacado la necesidad de impulsar las obras de infraestructuras hidráulicas que son necesarias, tanto la finalización de aquellas que están pendientes como la construcción de nuevos embalses.
Tras el paso del temporal que ha afectado a prácticamente toda España durante el último mes y que ha provocado daños millonarios no solo en cultivos, sino también en instalaciones, viviendas, caminos, carreteras...etc., se pone de manifiesto el mas que dudoso estado de muchas de nuestras infraestructuras hidráulicas. Buena parte de los daños que se han registrado no han sido consecuencias de las lluvias propiamente dichas, sino del desembalse obligado de presas y pantanos y de las crecidas y desbordamientos de los ríos debido, fundamentalmente, al lamentable estado de abandono de los cauces y riberas.
Desde ASAJA se ha puesto como ejemplo tres de las principales cuencas hidrográficas españolas, el EBRO, el Duero y el Guadalquivir (los tres con reservas superiores al 70 por ciento en estos momentos) los aumentos de caudal de estos ríos y sus afluentes han provocado numerosos desbordamientos que, en buena parte se podrían haber evitado, si las tareas de limpieza y conservación de los cauces se hubieran llevado a cabo. En Aragón, embalses como el de Mequinenza han tenido que abrir compuertas y dejar correr el agua para no ver desbordada su capacidad.
En opinión de ASAJA, todo esto se podría haber evitado si desde las distintas administraciones se hubiera invertido en incrementar la oferta de agua (con la construcción de nuevos embalses) y se llevara a cabo un proceso continuo de mejora y puesta al día de las infraestructuras hidráulicas (limpieza y conservación de cauces, recrecimiento de presas, establecimiento de interconexiones de cuencas, potenciación de balsas y macroembalses...).
Por otra parte, ASAJA Zaragoza reclamaba mejor regulación y se solidarizaban con los agricultores ribereños del Ebro que tienen que hacerse cargo de cuantiosas pérdidas.
Desde ASAJA como siempre se apoyan las reivindicaciones de los alcaldes ribereños afectados por las riadas del Ebro y como ya viene solicitando desde el año 1996, consideramos insuficientes las acciones que realiza la Confederación Hidrográfica del Ebro.
ASAJA Zaragoza mantiene la necesidad del dragado del río para evitar daños personales y económicos, desde hace más de diez años y como volvimos a repetir en las últimas riadas, cuando las aguas han vuelto a su cauce y la crecida del Ebro y sus afluentes no son noticia, es muy urgente e imprescindible el inicio de las labores necesarias para dejar el cauce de los ríos y sus riberas en condiciones óptimas para que la próxima avenida, sea ordinaria o extraordinaria, no cause daños.
La organización ha solicitado a través de su Presidente nacional Pedro Barato al Ministerio de Medio Ambiente que se agilicen las acciones de limpieza solicitadas para que se puedan llevar a cabo lo antes posible, y que se dote por parte del Ministerio de una partida presupuestaria suficiente para estas acciones.
En lo concerniente a los Seguros agrarios desde ASAJA Zaragoza consideramos preocupante la falta de garantías que pueden tener muchas pólizas por el retraso del estado vegetativo principalmente los cereales. Asimismo, venimos reivindicando se adelante el inicio de garantías y el inicio de suscripción de estas pólizas para que riadas tan tempranas no dejen fuera de cobertura y desamparo a los agricultores de estas zonas.
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