Según un estudio realizado por el Observatorio de Precios de los Alimentos del Ministerio de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino
El estudio indica que la mano de obra tiene un peso destacado en las actividades de poda y recolección en el campo, así como en la realización de actividades de confección propias de la central hortofrutícola.
Asimismo, la venta en tienda es la fase que más repercusión tiene en el precio final, tanto en la cadena tradicional (aproximadamente un 40% del PVP), como en la cadena moderna (cerca de un 39% del PVP).
El Observatorio de Precios del Ministerio de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino ha realizado un estudio sobre la cadena de valor de la manzana, constatando que la fase de comercialización en origen y en destino supone un 34 y 37 por ciento del precio final de la manzana.
El estudio, que ha sido realizado con la colaboración de todos los operadores de la cadena de valor, forma parte del compromiso del MARM de fomentar una reflexión conjunta sobre las estructura del sector y sobre el proceso de formación de precios. Además, identifica y analiza las configuraciones principales de la cadena de valor del sector, las actividades básicas en cada una de las etapas de la cadena y los principales agentes participantes y sus interacciones.
El monográfico destaca que el beneficio conjunto de todos los eslabones se mueve entre los valores medios del 17% para la cadena tradicional y el 19% para la moderna.
Sobre los costes de producción en la cadena de valor de la manzana, el informe señala que representan un 26% del precio venta al público en la cadena tradicional y un 24%, en la moderna; teniendo un peso destacado los costes de la mano de obra en las actividades de poda y recolección en el campo.
En cuanto a la fase de comercialización en origen y en destino, el estudio señala que los costes totales suponen sobre el precio al consumidor de un 34% para el canal tradicional y un 37%, para la moderna; siendo mayores los costes en la comercialización de origen (central hortofrutícola) que en la de destino para ambos canales.
Asimismo, en la cadena moderna se aprecia que los mayores costes son los generados por las actividades de confección que se incrementan un 42% respecto a la cadena tradicional. En este contexto, en la configuración de la cadena tradicional, según indica el estudio, se observa una importante amplitud de la horquilla de costes, debida a la diversidad de productos y servicios ofrecidos por la tienda tradicional.
La venta en tienda es la fase que más repercusión tiene en el precio final, tanto en la cadena tradicional (aproximadamente un 40% del PVP), como en la cadena moderna (cerca de un 39% del PVP). Esta consideración se refleja asimismo en el precio al consumidor.
Por otro lado, el estudio destaca que las centrales hortofrutícolas confeccionan parte de la producción que se comercializa en destino, lo que incide sobre el precio al consumidor (aproximadamente 9 % - 12%). Los distintos formatos utilizados en la confección, el mix de calibres, así como los volúmenes finales comercializados condicionan de forma relevante el margen obtenido por las centrales hortofrutícolas.
21 de enero de 2010
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