2/01/2010

Almacenamiento Temporal Centralizado, ATC

1.2.2010.

 


Por: Alberto Virto /en Aragón Liberal

La versión política española de Nimby (Not in my back yard, no en mi patio trasero) se llama solidaridad entre las comunidades autónomas, equilibrio territorial y consenso social. No hace falta recordar lo obvio, hay elecciones municipales a meses vista.

El 30 de septiembre de 2003, la reina Beatriz de Holanda inauguraba el Almacén Temporal Centralizado, ATC, ubicado en la localidad de Borssele, al suroeste del país. Este acto supuso el inicio del almacenamiento en superficie de residuos radiactivos de alta actividad generados (y guardados) en ese país. 

Borssele es una localidad con unos 22.000 habitantes que alberga también una central nuclear (la única en funcionamiento actualmente en Holanda), una central térmica, otra de carbón, una fábrica de aluminio y otra planta de fosfatos. 

Dicho ATC, que en versión holandesa se denomina HABOG (acrónimo neerlandés de Edifico para el Tratamiento y Almacenamiento de Residuos de Alta Actividad) es una instalación industrial donde se guardan los elementos combustibles gastados de la central nuclear de Borssele de 480 Mwe, y de los provenientes de otra, con un reactor de agua en ebullición de 60 Mwe, que fue parada definitivamente en 1997 y que ahora está en fase de desmantelamiento. El edificio del ATC tiene la peculiaridad de que sus paredes son de color naranja (color de la selección holandesa de fútbol) y, tienen dibujadas famosas fórmulas de Einstein y de Planck (considerado como el padre de la Física Cuántica). Este ATC holandés, reflejo del que se va a construir en España, no da contraprestación económica al municipio salvo la de los impuestos como cualquier otra instalación industrial.

En diciembre de 2004, la Comisión de Industria del Congreso de los Diputados español, por unanimidad, aprobó una resolución que instaba al Gobierno a desarrollar los criterios necesarios para la instalación de un ATC. Además se pedía "se impulse el desarrollo de su colaboración en la investigación de la partición y transmutación de elementos radiactivos de larga ida y alta actividad". En este último aspecto iban los esfuerzos y trabajos de LAESA, Laboratorio del Amplifiador de Energía, que tanto se debatió en nuestra Comunidad y cuyo triste final es por todos conocido.

A partir de ese 2004, numerosas reuniones y mesas de trabajo se formaron para profundizar en el estudio del futuro ATC. Posteriormente se creó una Comisión Interministerial (con representantes de siete Ministerios) con el objetivo, entre otros, de elegir entre los municipios candidatos que se postularan para la selección del emplazamiento definitivo. Además se realizaron numerosas visitas a Holanda para conocer más de cerca las peculiaridades de la instalación que antes se ha descrito. A dichas estancias no solo asistieron diputados de la Comisión de Industria, sino también miembros de la Asociación de Municipios en Áreas de Centrales Nucleares y vecinos de estos pueblos. Dicho de otra forma, representantes de varios de los pueblos que actualmente se postulan en España conocen desde hace muchos meses la situación de la gestión de residuos radiactivos de alta actividad que se realiza en suelo holandés.

Hace ya años, cuando trabajaba en la central nuclear de Trillo (Guadalajara) hubo una huelga general en los pueblos de la zona ante los rumores que corrían de instalar en el municipio de Trillo el ATC. Mucha gente manifestaba su acuerdo con la existencia de la central pero no con el posible hecho de que trajeran residuos del resto de España. Esta huelga fue un hecho experimental, y en versión española, del célebre efecto Nimby (Not in my back yard, no en mi patio trasero). Este efecto consiste en oponerse a instalar equipamientos, no porque se discrepe de ellos o de su necesidad, sino porque se sitúan cerca de uno. Da igual la instalación que sea, vertederos, cárceles, pantanos, centrales nucleares..no en mi patio, no en mi pueblo. Es lo mismo que pasa con las antenas de telefonía, uno usa el móvil esperando que dichas antenas se la pongan en casa del vecino.

La versión política española de Nimby se llama solidaridad entre las comunidades autónomas, equilibrio territorial y consenso social. No hace falta recordar lo obvio, hay elecciones municipales a meses vista...

Que bueno sería para el país que nuestros dirigentes políticos aparcaran Nimby de sus cabezas y corazones y que estudiaran en profundidad el tema (no sólo durante dos tardes), para no tener que decir cuando se les pregunta sobre esta problemática lo "No tengo una opinión fundada sobre ese asunto".

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