Por el contrario, el pasado día 1 del mismo mes empezó en Bruselas la mayor conferencia anual de Europa sobre el medio ambiente. El acto de este año, que coincidió con el Año Internacional de la Biodiversidad, se centró en la inmensa variedad de especies y ecosistemas que constituyen la red extraordinaria de la vida en nuestro planeta. En la sesión de apertura de la conferencia se han dado a conocer dos nuevas armas para intensificar la lucha contra la pérdida de biodiversidad. BISE, el sistema de información de la biodiversidad para Europa, es un nuevo portal web que centraliza la información sobre la biodiversidad europea en un solo sitio y una "base de referencia de la biodiversidad" que pueden utilizar los responsables políticos y que presenta un panorama global del estado actual de la biodiversidad.
Mis alumnos de 3er de ESO saben que los ecosistemas cumplen varias funciones básicas esenciales para el uso sostenible de los recursos de la Tierra. Entre ellas se cuentan el aprovisionamiento en forma de productos aprovechables tales como alimentos, agua potable y materias primas; funciones reguladoras como captación de carbono y tratamiento de residuos, y servicios culturales. La pérdida importante y continuada de biodiversidad en Europa refleja el declive en curso de los ecosistemas y de las capacidades naturales, incluida la de desempeñar funciones reguladoras.
Con la nueva plataforma de empresas y biodiversidad se pretende difundir la idea de la sólida ventaja competitiva que se conseguiría conservando la biodiversidad. Se ha dado prioridad a seis grandes sectores económicos: agricultura, industria alimentaria, silvicultura, industrias extractivas, sector financiero y turismo.
Los productores de alimentos saben que con la biodiversidad agraria no solo gana el medio ambiente sino las propias empresas, por ello los dirigentes agrícolas de la UE dejaron constancia en un nuevo folleto sobre "Biodiversidad agraria: creando sinergias entre ecología y economía" que han presentado en Bruselas, de la contribución positiva que aporta la agricultura para la biodiversidad, haciendo hincapié en que se puede seguir progresando a este respecto.
Tras la aprobación del folleto los agricultores de la UE disponen de una capacidad única para alimentar a los 500 millones de consumidores, a la vez que aportan una contribución positiva a la biodiversidad. Mantener un uso sostenible de las tierras agrícolas es de una importancia crucial para proteger la biodiversidad, preservar los paisajes culturales y evitar el abandono de las tierras. Pero, no podemos olvidar que los agricultores que llevan a cabo una gestión específica de la biodiversidad deben recibir suficientes fondos para ello.
Con las últimas reformas se han conseguido importantes mejoras para integrar mejor la biodiversidad en la Política Agrícola Común (PAC). Los agricultores han contribuido activamente a detener la pérdida de la biodiversidad. No obstante, sin el apoyo necesario, resultaría imposible mantener muchos espacios agrícolas valiosos desde el punto de vista de la conservación de la naturaleza.
En este aspecto se debe seguir progresando, una PAC fuerte, con presupuesto adecuado, es más esencial que nunca. Pienso que se deben poner a disposición los fondos necesarios, de manera que se apoye a los agricultores con la debida formación profesional y los servicios de asesoramiento, para que aumenten sus conocimientos ecológicos y puedan prestar servicios ecosistémicos. La innovación técnica, tanto en términos de gestión como en maquinaria puede ayudar a atender mejor las necesidades de la biodiversidad, a la vez que se mantiene la competitividad del sector agrario de la UE. También deben preservarse las razas antiguas de animales de granja y las variedades vegetales tradicionales, al ser éstas parte íntegra de la biodiversidad y contribuir a la conservación de hábitats valiosos.
"Siendo la agricultura el origen de muchos ecosistemas de gran biodiversidad, es una gran satisfacción para nosotros participar este año en la 'Semana Verde' que se celebra durante el Año de la Biodiversidad", ha concluido el secretario general del COPA.
Tampoco podemos olvidar, desgraciadamente hay quien sistemáticamente lo olvida, que la agricultura tiene el potencial para ser parte de la solución al cambio climático en una forma que sea respetuosa y colabore con el desarrollo y las necesidades de seguridad alimentaria de los países en desarrollo.
La FAO, por su parte, pidió que se actúe de forma rápida para que la agricultura ayude a reducir y eliminar los gases de efecto invernadero (GEIs) de la atmósfera (mitigación) y hacer que los sistemas agrícolas sean más resistentes (adaptación) a condiciones meteorológicas cada vez más cálidas e imprevisibles que se esperan en muchas de las regiones más pobres de planeta.
Según la propuesta de la FAO, se deben clarificar estas cuestiones, de forma que millones de pequeños agricultores puedan acceder a fuente de financiación para un comienzo rápido y a medio plazo para la adopción de opciones de mitigación de la agricultura que beneficien también a la adaptación, la seguridad alimentaria y el desarrollo. Que lejos están estas recomendaciones de las que nos hace desde el PNUMA. Personalmente pienso como la FAO y no como el PNUMA. Somos salvadores, no contaminadores. Lo que contrastan más aún es con la conclusión de del II encuentro de Amigos de los Árboles en Cáceres: "Los agricultores deberían ser pagados por regenerar el suelo, mejorar el aire y cuidar la biodiversidad, por constituir la primera línea de defensa en la lucha contra el cambio climático".
Jesús Domingo
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