Los problemas de gobernabilidad derivados del agua y su distribución. Un debate dentro de las jornadas previas a la EXPO 2008.

Los conflictos del agua analizados por la EXPO 2008, o pasados de puntillas.

Es razonable que no hablemos de escasez absoluta del agua, está ahí, es un elemento natural necesario y superabundante, sin embargo no está uniformemente distribuida; ni siquiera el agua dulce es escasa; pero para determinados usos vitales no es rentable su traslado, es más económico potabilizar el agua salada.

Si se tratase de un recurso inerte, como pudiera ser el de otro mineral de la tierra, como el granito o las calizas, la discusión sobre el agua sería estrictamente económica, de oportunidad. Pero es que el agua no sólo es un recurso sino que es un sembrador e indicador de vida. Con ella están asociados todos los ecosistemas que valoramos.

Sin embargo, si el hombre fuese solidario de verdad, tampoco habría serios problemas en la disponibilidad del recurso; se podrían conjugar perfectamente el trinomio: calidad ambiental, disponibilidad del recurso y compensación económica; se minimizarían los efectos negativos y se lograría un beneficio para toda la humanidad.

Conflictos en el Tigris y Eúfrates.
(médicus mundi)

Por eso es interesante la cuarta conclusión de la Jornada Internacional de expertos de habla hispana sobre el informe de Naciones Unidas sobre los Recursos Hídricos en el Mundo,que ha tenido lugar en la EXPO 2008 donde se afirma: “los acuerdos en materia de agua son superiores a los conflictos. Es una fuente de cooperación y relación entre pueblos y sociedades”.

Esta conclusión en Zaragoza, la ciudad donde la batalla mediática y manipuladora sobre el Ebro, “que es nuestro”, ha provocado la estigmatización de una parte importante de la sociedad aragonesa que se sentía solidaria pero “no prima” con respecto a los demás territorios de España, tiene algo de esperpéntico. Nuestra Comunidad Autónoma, la de Valencia, la de Murcia, la de Cataluña y, siguiendo esa contaminación dialéctica, la Andaluza y la Castellano manchega podrían suscribir la conclusión opuesta. Al menos en España los acuerdos en materia de aguas son inferiores a los conflictos; los conflictos han ido creciendo cada vez más alimentados por la dialéctica de los nuevos movimientos ecologistas de izquierdas; la cooperación ha pasado a la sensación de agravio y es el agua “una fuente de conflictos y de insolidaridad entre pueblos y sociedades. El llano y la montaña; la España seca y la España húmeda; y las identidades nacionales en esta nación española pueden decir con orgullo que “han progresado hacia la discordia”; progresión lograda gracias al montaje mediático donde se han manipulado sentimientos, instado rencores y generado conflictos irresolubles.

¿Será la EXPO 2008, la EXPO del agua, capaz de curar heridas, apaciguar resquemores, establecer los puentes de solidaridad entre las naciones?

Un ejemplo en la página de Médicus Mundi sobre conflictos derivados por el agua.

Sin entrar en discutir la veracidad de sus asertos, dicen en su web literalmente lo siguiente: "La crisis del agua está empeorando y seguirá haciéndolo salvo que se ponga remedio. El acceso al agua no debe considerarse un privilegio sino un derecho esencial del ser humano. El control del agua es fuente de conflictos, muchos de ellos bélicos, que ya existen y que podrían incrementarse. La mejora en la gestión del agua se convierte, por tanto, en una posibilidad de paz. Las dos terceras partes de los mayores ríos del mundo son compartidos por varios estados y más de 300 superficies fluviales (lagos, humedales, ...) atraviesan fronteras nacionales. Resulta esencial, por tanto, que los estados alcancen acuerdos sobre la asignación de los suministros disponibles ya que es en los proyectos para utilizar ríos internacionales donde se genera la tensión. Más de 50 países podrían verse involucrados en guerras por el agua en la próxima década".

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