Los resultados han mostrado que el potencial calentamiento global producido por un kilo de carne de cerdo es de 3,9 a 10 kg de equivalentes de CO2, y de un kilo de carne de pollo de 3,7 a 6,9 kg de equivalentes de CO2. Por el contrario, la producción de un kilo de carne de vacuno es la que provoca más impacto medioambiental, generando entre 14 a 32 kilos de equivalentes de CO2. La producción de un kilo de carne de vacuno es la que también precisa más superficie agraria y más consumo de energía fósil.
Las mayores diferencias de los impactos medioambientales de la producción de carne vienen dadas por la alimentación y la reproducción. Resultan más amigables con el medio ambiente aquellos animales que son más eficientes en la utilización del alimento y que pueden tener descendientes en mayor número y con mayor frecuencia.
Jesús Domingo
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