4/06/2010

Sí a los transgénicos

Seguidamente comentamos una nota enviada por la Asociación PRObio, se trata de un Manifiesto en defensa de la biotecnología agraria y alimentaria: Sí a los transgénicos 
 

Pese a que España es la vanguardia europea en el uso de la biotecnología agraria, siendo el país con más cultivos modificados genéticamente de toda Europa -76.057 hectáreas en 2009-, aún queda mucho camino por recorrer para competir en igualdad de condiciones en el mercado mundial. 

Después de trece años apostando por cultivos modificados genéticamente en España, los niveles de tratamientos fitosanitarios se han reducido considerablemente en aquellos que han sembrado estas semillas. De esta forma se ha creado una agricultura más sostenible y respetuosa con el medio ambiente. Además, los rendimientos de los campos han crecido progresivamente al igual que la apuesta por esta tecnología.  

Pese a sus beneficios, en España el desarrollo de esta tecnología se ve frenada por decisiones políticas de ámbito europeo que prohíben el cultivo de variedades modificadas genéticamente que, sin embargo, se están trayendo de fuera, lo que provoca un claro agravio comparativo para nuestros agricultores Por otro lado, la única modificación genética aprobada a nivel comunitario es útil solo para productores de maíz sensibles a una plaga concreta, el llamado taladro, por lo que su beneficio está restringido solo a unos pocos. 

Por todo ello, desde la Asociación PRObio hacemos un firme llamamiento a los líderes políticos y a la sociedad en su conjunto para que:  

-Proporcionen apoyo político y público que fortalezca nuestra capacidad de satisfacer las expectativas actuales y futuras de producción agraria y de alimentos. 

-Defiendan la 'libertad de elección' para los agricultores españoles. 

-Permitan el acceso a la innovación, incluida la biotecnología agraria, que se está utilizando desde hace más de una década en otras partes del mundo.  

-Sean conscientes de que la apuesta biotecnológica ha convertido a España en referente europeo, por encima de países como Francia o Alemania que han vetado estos cultivos incumpliendo las normas europeas sobre esta materia, e ignorando las reiteradas opiniones científicas de los organismos competentes en esta materia, como la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA). 

-España no deje pasar la oportunidad de consolidarse como referente dentro de Europa en la apuesta por las nuevas tecnologías agrarias y alimentarias.  

-Permitan que los agricultores españoles puedan competir en condiciones de igualdad a nivel internacional, abriendo definitivamente las puertas a la biotecnología, con sistemas de seguimiento y control exhaustivos, sensatos y racionales. En definitiva, que podamos cultivar en España las semillas que la legislación permite traer del extranjero. 

-Se comprometan a luchar por la competitividad de los agricultores. Vivimos en una época de desafíos en la que los agricultores nos estamos viendo afectados por la recesión económica. Los precios de la producción agrícola han caído drásticamente, pero el coste de los fertilizantes, la energía y otros insumos siguen siendo altos. Las alternativas tecnológicas son indispensables. 

-Sean conscientes de que con la biotecnología agraria supone un importante y cuantificable beneficio ambiental. Los rendimientos por hectárea son más altos, por lo que se necesitan menos tierras para producir alimentos, menos consumo de combustibles así como menor uso de fitosanitarios. 

-Lean y consideren las decenas de informes de los organismos públicos avalados científicamente que demuestran la seguridad y utilidad de la biotecnología de plantas. En 2008, 13.3 millones de agricultores en todo el mundo apostaron por cultivos con modificaciones genéticas, lo que supone una superficie total de 125 millones de hectáreas en 25 países. 

-Conozcan de primera mano nuestra experiencia con estos cultivos, así como la realidad de coexistencia entre campos biotecnológicos y convencionales. 

PRObio es una asociación de ámbito nacional formada por agricultores que, basándonos en nuestra experiencia y en las conclusiones científicas de los organismos acreditados, estamos convencidos de que este tipo de cultivos forman parte indisoluble de la agricultura del futuro, donde la productividad va de la mano con la sostenibilidad ambiental y el desarrollo socioeconómico de nuestros pueblos. Necesitamos eliminar las barreras que nos impiden seguir creciendo, y que nos imposibilitan competir a nivel internacional en condiciones de igualdad. 
 

JDM 

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