4/06/2010

El Libro Verde sobre protección de bosques abre el debate sobre cómo garantizar las funciones forestales ante el impacto del cambio climático

Presentado en la inauguración de la Conferencia sobre Protección de Bosques
 
 
 
La mayor parte de los bosques europeos han experimentado un crecimiento en volumen maderable y en reservas de carbono.
 
La industria forestal primaria da empleo a más de 2 millones de personas y tiene un volumen de negocio de 300.000 millones de euros.
 
 
El Libro Verde sobre Protección de los Bosques e Información Forestal en la UE tiene por objetivo abrir un debate para la actualización de la Estrategia Forestal de la Unión, para que los bosques sigan realizando sus funciones productivas, socioeconómicas y ambientales. Además, el debate abierto por el Libro Verde se centrará también en cómo modifica el cambio climático las condiciones de la gestión y protección de los bosques europeos.
 
El Libro Verde se ha presentado hoy durante el acto de inauguración de la Conferencia sobre Protección de Bosques, que se celebra hasta mañana en Segovia. El objeto de la Conferencia sobre Protección de Bosques es analizar la situación de los bosques europeos, tomando como base de discusión el Libro Verde sobre Protección de los Bosques e Información Forestal en la UE, que considera las singularidades y debilidades existentes a nivel bioregional, como incendios forestales, temporales, avalanchas e inundaciones.
 
El Libro Verde expone la situación de los bosques europeos y su relevancia global, describe sus características y funciones, señala los principales problemas de las masas forestales ante el cambio climático, explica la forma en que esos problemas pueden poner en peligro las funciones de los bosques, y recoge las herramientas disponibles para garantizar su protección.
 
La Unión Europea alberga el 5% de los bosques del mundo, y las masas forestales europeas llevan más de 60 años extendiéndose de forma constante, señala el Libro Verde. Así, la mayor parte de los bosques europeos han experimentado un crecimiento en volumen maderable y en reservas de carbono. Los bosques europeos ocupan 155 millones de hectáreas, y junto con otras tierras boscosas que suponen otros 21 millones de hectáreas, alcanzan el 42% de la superficie terrestre de la UE.
 
En cuanto a sus funciones socioeconómicas, alrededor de 350.000 personas trabajan directamente en gestión forestal, mientras que la industria forestal primaria da empleo a más de 2 millones de personas, con un volumen de negocio de 300.000 millones de euros. En la actualidad, el sector forestal proporciona el 8% del valor añadido total de la industria manufacturera.
 
Respecto a la biodiversidad, los bosques albergan el mayor número de vertebrados del continente, y los tipos de hábitats forestales designados lugares Natura 2000 ocupan más de 14 millones de hectáreas, lo que equivale al 20% de todos los espacios terrestres de la Red Natura 2000.
 
El Libro Verde considera que es posible aumentar aún más la explotación sostenible de la madera en Europa, aunque advierte que es un desafío y exigirá un mayor esfuerzo en materia de información encontrar el equilibrio entre la competitividad de las industrias dependientes de los bosques, la viabilidad económica, el medio ambiente, la fragmentación de la propiedad y la motivación de los propietarios de bosques. En esta línea, apunta que si se alcanza el objetivo del 20% de cuota para las energías renovables previsto en el paquete de energía y clima de la UE, podría aumentarse la demanda total de biomasa de la agricultura y los bosques.
 
Mantener el potencial de un suministro sostenible de madera requerirá, según el Libro Verde, el desarrollo de nuevas fuentes internas de madera, mediante extensión de la superficie utilizada para el cultivo y la tala de árboles; la explotación de madera de fuentes internas existentes como por ejemplo con un incremento de las extracciones; aumento de la eficiencia en la producción y utilización de la madera; y aumento de las importaciones de materias primas de madera.
 
Además, el Libro Verde apunta que hay bienes y servicios no madereros que, en algunas regiones europeas, proporcionan más ingresos que los que se obtienen por la venta de madera. En este sentido, la Comisión Europea está considerando métodos innovadores para la valoración de productos y servicios forestales no mercantiles, como la protección de la biodiversidad, los usos recreativos, la fijación de carbono y los servicios de protección de las cuencas hidrográficas.
 
El Libro Verde reconoce el papel de los bosques en la protección de los asentamientos e infraestructuras, en la prevención de la erosión y la desertificación, en la regulación de los suministros de agua dulce, en la protección de la biodiversidad, y en la regulación del clima y en el ciclo de agua en la tierra.
 
BOSQUES Y CAMBIO CLIMÁTICO
 
En cuanto al papel de los bosques y el cambio climático, el documento destaca tanto la capacidad de los bosques de absorber CO2 y almacenarlo en su biomasa y en el suelo, como que la degradación de los bosques, por descomposición de la biomasa o conversión del suelo forestal en otros usos, puede convertirlos en emisores de gases de efecto invernadero. Según los inventarios forestales nacionales, el crecimiento forestal es superior a la tala. Los bosques de la UE acumulan carbono y actúan, hoy por hoy, como sumideros: absorben 0,5 Gt de CO2 al año, frente a las 5 Gt equivalentes de CO2 anuales de emisiones industriales en la UE.
 
Los estudios científicos indican que el cambio climático va a tener como consecuencia un aumento de las sequías, de las temperaturas, y de la violencia y frecuencia de los vientos, y por tanto habrá más probabilidades de que se produzcan incendios forestales.
 
El Libro Verde cita las prácticas de gestión forestal sostenible que contribuyen a la protección de los bosques, como la plantación de masas forestales para intensificar la fijación de carbono y potenciar la biodiversidad; medidas de prevención de incendios; adaptación de las especies forestales favoreciendo las variedades arbóreas más idóneas; explotación y corta sostenibles de la madera; promoción activa de las variedades que mejor se adapten al clima; preservación de los recursos genéticos endémicos y selección de los elementos del patrimonio genético existente mejor adaptados; y prevención en la introducción de nuevas plagas y enfermedades.
 
Finalmente, el Libro Verde recoge los instrumentos de que disponen los países de la UE en materia de gestión forestal, que incluyen programas forestales nacionales, normas operativas de silvicultura, inventarios forestales nacionales, sistemas catastrales, cartografías, requisitos sobre producción y uso de material de producción, requisitos de gestión forestal como planes de gestión, planes nacionales de acción en el marco del Convenio de Diversidad Biológica o de la Convención de Lucha contra la Desertificación, regímenes de apoyo a propietarios particulares de bosques y sus asociaciones, incentivos para reducir la fragmentación de la propiedad, regímenes de permisos que supeditan la tala a la autorización de las autoridades competentes y restricciones a la conversión de terrenos forestales para otros usos.
 
 
6 de abril de 2010
 

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