10/10/2006

El embalse de Biscarrués y los acuerdos del Gobierno.

Siguiendo con Biscarrués, nos encontramos que Riegos de Alto Aragón no se ha bajado nunca de sus, al menos, 192 hm3. ¿Decía Narbona sólo 35? ¿Donde está el acuerdo?

El embalse de Biscarrués y los acuerdos del Gobierno.


Todo el mundo está feliz por los acuerdos del Gobierno socialista con Biscarrués. Vino la Ministra y, desde entonces, el sumiso Marcelino va diciendo por ahí que hay un magnífico acuerdo. Será, probablemente entre él y ella que se entienden en el lenguaje del silencio, del no decir nada.

El Gobierno de Aragón asegura que buscará la fórmula más rápida de construir Biscarrués. Pero ¿Qué embalse? El del órdago narbonensis de 35 hm3, el de los regantes del Alto Aragón de 192 hm3 (de ahí no se bajan), el de 0 hm3 como exigen los ecologistas radicales a Boné.

Lo primero que debe asegurar el gobierno de Aragón es de qué embalse se habla. Y, posteriormente instar a Madrid, órgano competente en la ejecución de la obra, que hable del mismo embalse.

Boné, que sabe el lío que se ha montado, se cura en salud: “construir una presa no es fácil, hay que ir con seguridad”. Perdone que le corrija. La experiencia de Navarra y Cataluña es que “hay que ir con unidad”, y además unidad Partido Socialista, Partido Popular y Partido Aragonés. Todos juntos con la sociedad civil aragonesa, con el respaldo jurídico necesario (contra el terrorismo jurídico batasúnico) y con una decisión firme soportando manifestaciones, cortes de cables, plantes en las obras, globos y demás sugerencias artísticas y mediáticas de protesta. Y eso, incluso para el embalse de 35 hm3 está asegurado.

No entro en los “plazos irrelevantes” de Boné. Porque entiendo que prefiere perder el tiempo en el diálogo a descartar la obra de regulación. Aunque me parece que el Ministerio de Narbona la tiene descartada y su embalse de 35 hm3 es sólo un movimiento de ficha y fuerte para sofronizarnos y que hagamos como en otros sistemas el ejercicio, alabado por ella, de renunciar a la regulación sin renunciar al agua.

Creo que si hiciesen la prueba de ponerse de acuerdo, comprobarían, curiosamente, que no perderían votos, aunque ganarían ruidos. Pero son los ladridos de los perros al Quijote: “ladran, luego caminamos”.

frid

0 comentarios: