Día Mundial del agua: Afrontar la escasez de agua.
"Afrontar la escasez de agua", el lema elegido este año para la celebración del Día Mundial del Agua, no es sólo una frase más o menos comprometida sino que encierra uno de los mayores retos del siglo XXI a nivel mundial pues el agua es el elemento esencial de la vida...
"Afrontar la escasez de agua"
Sin agua no hay vida, no hay alimentos, no hay bienestar, no hay futuro ni hay desarrollo.
Según la FAO, organismo de Naciones Unidas encargado de coordinar el Día Mundial del Agua, una de cada cien personas en el mundo, es decir, en torno a 1.100 millones de personas (según datos, que no puede estar bien, si 1 % son 1.100 millones ¿cuántos millones habemos en el planeta?) no disponen al día ni siquiera de entre 20 y 50 litros de agua, que es el mínimo establecido por la ONU para cubrir las necesidades básicas de limpieza, higiene, bebida y cocina. La escasez de agua provoca que 3.800 niños mueran cada día en el mundo a causa de enfermedades producidas por no tener agua potable ni el saneamiento adecuado.
El problema de la escasez de agua se extiende cada vez a más países. El crecimiento de la población en los cinco continentes -que se espera que llegue a 8.100 millones de personas en 2030- lleva consigo, como es natural, una mayor demanda de agua tanto para consumo humano como para la agricultura y la ganadería puesto que la necesidad de alimentos se prevé que aumente en un 55 por ciento respecto a 1998 y para el funcionamiento de las industrias, la producción de energía y el abastecimiento de las ciudades, cada vez más grandes y pobladas.
Pero la escasez no debe ser sólo entendida como consecuencia de la sequía, sino que debe abarcar todas sus manifestaciones. Así, en este día debemos recordar que cada vez más regiones padecen escasez crónica de agua debido a la sequía progresiva en las zonas más secas del mundo, en las que viven 2.000 millones de personas de las que la mitad son pobres. Por otro lado, debemos tener presente que aunque tres cuartas partes de la tierra están cubiertas de agua, tan sólo una pequeña parte de ella está disponible como agua dulce.
Por otra parte, nos encontramos con que hay países en los que abunda el agua dulce pero la escasez está provocada porque ese agua no se puede utilizar debido a la contaminación y otros en los que, desgraciadamente, no existen las infraestructuras básicas de saneamiento.
El agua es un recurso limitado y finito que, desde hace décadas, venimos esquilmando sin ser realmente conscientes de que algún día se puede acabar. Es hora, por tanto, de asumir esa responsabilidad compartida sobre el mantenimiento de ese preciado y líquido tesoro que nos permita afrontar nuestro desarrollo de forma sostenible y asegurar el futuro de las generaciones venideras. Y es que el agua es ese preciado y escaso recurso que hemos de saber utilizar y conservar.
JDM
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