3/04/2007

Guerra del vino. Siguen las copas en alto.

No se ha ganado la guerra

El pasado día 21 se produjo la interrupción "indefinida" de la Ley de Prevención de Consumo de Alcohol por Menores. A pesar que la ministra de Sanidad y Consumo, Elena Salgado, se ha visto obligada a esta interrupción, sin duda, por la falta de consenso, no sólo del sector del vino, con el que rompió una horas antes las negociaciones, sino también entre los miembros de su propio partido y la oposición, la ministra cree que la Ley es necesaria para acabar con el "gravísimo problema" del consumo de alcohol en menores y ha insistido en que "todas las bebidas alcohólicas, incluido el vino, deben estar en la Ley".

Tras la retirada de la Ley, los amplios colectivos que la habían denunciando han mostrado su satisfacción, tanto el sector del vino -que confía en que no se trate de una medida electoral que se retome tras los comicios locales y autonómicos- como las comunidades autónomas, especialmente, Castilla-La Mancha, La Rioja, Valencia y Castilla y León, que con sus consejeros de Agricultura a la cabeza habían denunciando lo "absurdo" de incluir el vino en esta Ley. Recordemos que el Conseller, Sr. Llena, también se había mostrado contrario al proyecto.

En opinión de la ministra "no hemos sido capaces de ver la gravedad del problema" porque en España no existe la misma sensibilidad social con respecto al tabaco que con respecto al alcohol, ya que en este último "se intenta hacer diferencias entre unas bebidas y otras, y esas diferencias en los menores no tienen ningún sentido". Parece claro que la ministra no diferencia entre un alimento y un producto tóxico o, entre un producto fruto de una fermentación natural y otro sintético. Continua creyendo que el vino no puede ser excluido de la Ley, al tratarse de una bebida alcohólica más en cuanto al daño que este puede causar en los menores y se lamentó por no haber conseguido la unidad ante una norma que pretende "hacer frente a este gravísimo problema".

La ministra de Sanidad, para la que algunos sectores han pedido la dimisión, ha asegurado no sentirse desautorizada porque la decisión ha sido "muy pensada" y sigue siendo "coherente con la postura del Ministerio de Sanidad, que es la de que todas las bebidas alcohólicas deben estar en la Ley".

A pesar de que los sectores próximos al partido socialista se han sentido aliviados, han respirado, los más críticos no se fían y no les faltan razones. Al sector vitivinícola le gustaría que esta interrupción no fuese sólo temporal, y en cualquier caso, el sector se mostrará unido, defendiendo los mismos postulados expresados hasta el momento, que buscan hacer compatible, con responsabilidad, la protección y fomento del sector vitivinícola, a través de su propia normativa, con la preocupación que toda la sociedad tiene respecto de los menores.

Y que los intereses de la ministra van por otro camino, es así que estamos viendo una inusual actividad por parte de la Ministra de Sanidad, Elena Salgado, y es bueno que tengamos claro el por qué de esa "protectora actividad". La ambición personal de esta ministra es notable, por encima de lo normal. Cuando había que elegir un sustituto al Director General de la Organización Mundial de la Salud, la ministra Salgado se postuló para ese cargo, para ello no escatimó tiempo, medios ni fondos oficiales, tampoco el apoyo oficial. El hecho de no ser médico, entre otras cosas, impidió que alcanzase ese puesto.

Ahora, la OMS tiene que cubrir el segundo puesto en importancia, la Subdirección General encargada de la lucha contra la drogadicción y las toxicomanías. Para ese puesto vuelve a postularse nuestra Ministra de Sanidad. Y para engordar su currículo necesita presentar iniciativas y leyes que la presenten ante el mundo como la luchadora por la salud general.

Recordemos que a ese fin se está empleando, primero fue el tabaco, luego las hamburguesas XXL, luego el alcohol, y próximamente serán el consumo indebido de azúcar, sal, café, etc. En realidad no es que la señora Salgado no puede dormir por la noche, preocupada en luchar por la salud de los españoles, sino que en realidad está trabajando en una campaña personal de imagen.

Los debates mediáticos, a favor y en contra de las propuestas legislativas de la ministra, le benefician, en todo caso sirven para mostrarla ante el mundo, como una constante luchadora por la salud general, si analizamos las declaraciones anteriores veremos que efectivamente están en esa línea. Que una propuesta inicial de Ley pueda sufrir interrupciones o recortes, como ocurre en el caso del vino en la lucha contra el consumo de alcohol por los jóvenes, no es un problema para sus objetivos. Aquí es donde hay que colocar la realidad de todos los movimientos a favor de la salud general que está llevando a cabo la ministra Salgado. Sin duda que esto es una opinión personal, pero.

Por todo, pienso que los sectores afectados por el proyecto de ley sólo pueden descansar si la ministra no presenta la dimisión y el Presidente se la acepta. Hasta entonces tendrán que seguir luchando, hasta ahora han conseguido una prudente retirada, tal vez para que el Gobierno y su partido cojan oxígeno ante las próximas elecciones, a lo sumo han ganado una pequeña batalla pero no la guerra.

Jesús Domingo Martínez


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