Agrucultura responsable: "Afrontar la escasez del agua"
En nuestro país, la mayor parte del agua consumida se dedica a la agricultura, entre un 70 y un 80 por ciento, dependiendo de la zona en la que nos encontremos. Quizá por eso en la sociedad esté presente la idea generalizada de que el agricultor es el despilfarrador...
"Afrontando la escasez del agua"
En nuestro país, la mayor parte del agua consumida se dedica a la agricultura, entre un 70 y un 80 por ciento, dependiendo de la zona en la que nos encontremos. Quizá por eso en la sociedad esté presente la idea generalizada de que el agricultor es el despilfarrador, porque es el "que más consume y además el que mayores pérdidas tiene". No obstante, no podemos olvidar que la agricultura es la actividad económica que permite la producción de alimentos y numerosas materias primas y es el principal motor económico y de desarrollo del medio rural, además de ser un pulmón para el medio ambiente.
Hasta hace muy pocos años los sistemas de riego utilizados eran de baja eficiencia, sin embargo en los últimos cinco años la modernización de los regadíos y la utilización de otras técnicas, como riego localizado o por goteo, la micro aspersión, etc. "han mejorado sustancialmente la eficiencia del agua de riego".
Aún así, es necesario seguir insistiendo continuamente en que aunque el riego por goteo viene avalado por un potencial de utilización eficiente del agua de riego, el agricultor debe seguir unas serie de requisitos y normas técnicas porque de lo contrario también en el riego por goteo se pueden producir "muy elevadas pérdidas de agua por filtración en profundidad, además con el agravante de que arrastra fertilizantes, algunos de ellos muy contaminantes para los acuíferos subterráneos".
Además, la solución a los problemas de escasez de agua es "bastante difícil y complicada", puesto que se nos han acumulado los problemas en un periodo de tiempo muy corto, y salir y resolverlos es tremendamente complicado. Sin embargo, todo aquel recurso que podamos utilizar para mejorar el riego siempre será bueno.
Aún así, de no solucionarse en un corto periodo de tiempo, ya que la economía no contempla el medio o el largo plazo, van a tener que cambiarse muchas estructuras económicas sobre todo dentro de la agricultura levantina.
Serán necesarios trasvases, desaladoras o bancos de aguas, todos son válidos. Desde el punto de vista exclusivamente técnico, cualquiera de los tres es "estrictamente necesario" porque si el agricultor no dispone de fondos de agua de calidad admisible para sus cultivos, tendrá que recurrir, a las aguas procedentes de desaladoras porque con ellas puede desarrollar una actividad económica que de otra forma tendrá que abandonar.
En cuanto a la recuperación de las aguas residuales, es prioritario y en algunas regiones se está recuperando hasta un 80 por ciento de éstas para el riego mediante una serie de tratamientos de forma que no son nocivas ni para el suelo ni para las plantas y totalmente utilizables.
En cuanto a los recursos hídricos que en condiciones medias normales, no siendo zonas muy deprimidas como la del Segura y el Júcar, tenemos los suficientes pero en condiciones de sequía como la que tenemos ahora no son suficientes incluso ni para las zonas donde antes se disponían de agua. Algunas cuencas, son excedentarias y ahí si se podría ahondar en buscar alguna solución en la que se podrían facilitar trasvases a zonas menos favorecidas. Pero en estos casos los políticos ya han dicho lo que pretenden.
Con motivo del día del agua se ha hecho público que el consumo de agua ha crecido en el último siglo a un ritmo más de dos veces superior al de la población mundial según datos de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) y desde el grupo de expertos sobre el Cambio Climático de la ONU (IPCC) advierten que el calentamiento global de la tierra supondrá una escasez de agua para entre 1.000 y 3.200 millones de personas en todo el mundo.
Estos alarmantes datos, habrá que ver que tienen de realidad, nos subrayan la necesidad de proteger nuestros recursos hídricos desde muchos frentes, la protección del medio ambiente, el calentamiento global, el reparto equitativo del agua, etc.. El pasado día 22 en todo el mundo se celebraron actos y jornadas en defensa de este recurso vital.
En Madrid, el Ministerio de Agricultura también celebró una jornada sobre "el uso sostenible del agua en el sector agrario: situación actual y perspectivas de futuro" en la que intervinieron catedráticos, administraciones, regantes, organizaciones agrarias y ecologistas. Una gota más para hacer manantial.
Y es que hay que considerar que "todo recurso que podamos utilizar para mejorar la disponibilidad de agua siempre será bueno". El consumo de agua ha crecido en el último siglo a un ritmo más de 2 veces superior al de la población mundial, lo que nos advierte de la necesidad de protegerla desde muchos frentes, especialmente desde la agricultura, su principal consumidor.
Parece mentira que podamos afirmar que el componente más abundante en la superficie terrestre, el agua, sea también el más escaso y necesario, por eso se ha celebrado el Día Mundial del Agua, que bajo el lema "Afrontando la escasez del agua" pretende concienciar a la sociedad de la necesidad de un uso razonable, eficiente y equitativo de los escasos recursos hídricos disponibles.
Sirvan estas líneas para que nos concienciemos todos un poco más, no sólo los agricultores, sobre la necesidad de no despilfarrar sino gestionar un bien imprescindible y escaso.
JDM
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