Una nueva clase de políticos. Ecologistas hominicidas.
Hablando con un político sobre lo exagerado del alarmismo del cambio climático tuve una desagradable sorpresa, estaba contagiado por el famoso "virus hominicida" que late tras la estela de Al Gore y su séquito salvador de la tierra.
Comentamos que el CO2 existente en el planeta es cercano al 750.000 Millones de toneladas y que la emisión a la atmósfera por el hombre es de 6.000 millones, quedando sólo sin retornar al ciclo del CO2 unos 1.500 millones año, lo que es sencillamente el 0,25% del total atmosférico. Que hay actualmente unas 350 p.p.m. de CO2 en el aire y que hay datos de presencia de CO2 en la atmósfera de 20 a 10 veces más. Que la temperatura de la tierra sólo ha aumentado 0,6ºC en cien años y si bien en el hemisferio norte parece que hay calentamiento, en el hemisferio sur, en la Antártida, parece que la temperatura sigue bajando. Y que podría ser que, gracias al CO2 atmosférico se esté retrasando una nueva época glaciar. Que lo que hay que temer es más bien el frío que mata que el calor que en esos niveles, temperaturas más benignas es vida. Además ¿no se fijaría más CO2 con lluvia y temperatura adecuadas?, porque el agua seguiría siendo la misma.
Muy serio el político me afirmó que el cambio climático no era la alarma, que el problema era el hombre, que era una plaga, que había pasado de 1.000 millones a 6.000 millones en un siglo. Le dije muy serio: "pero usted y yo, somos políticos, y tenemos la obligación de servir a esa plaga, no lo olvide".
Lo comenté a un amigo liberal y me dijo: "me han dado escalofríos", ese señor ha justificado a Hitler, a Stalim, al aborto, y a cualquier modo de discriminar vidas humanas. Son, pensé, embajadores de la muerte en nombre de la salvación del planeta.
Para encauzar la conversación a un punto de encuentro le comenté que el problema no era "la plaga", de la que él formaba parte y que no veía el modo de seleccionar vidas de primera o de segunda, sino el de la técnica. Por la técnica al servicio del hombre, o de la plaga, habíamos hecho crecer la esperanza de vida de 25 a 75 años. Hemos multiplicado por tres la población haciendo coincidir tres generaciones en la tierra. Y eso es un logro para la humanidad.
El siguiente reto es técnico: reducir las emisiones de CO2, si es lo que les preocupa, mejorando la eficiencia de las máquinas, además de que mejoraríamos el micro clima de las ciudades, verdadero y único problema serio ambiental para la salud de las personas.
Y no nos olvidemos que la "plaga" no vota para que le gobierne a "su exterminador".
Así pues, si aprecias tu vida, si aprecias la vida, aléjate de los políticos que contaminados de ecologismo quieren salvar la tierra matando al hombre, y nos consideran la "peor plaga del planeta".
Yo elijo como líderes a los que me lleven por el camino de la vida, no de muerte.
frid
3/10/2007
Al Gore y el club de los hominicidas.
Publicado por cartapacio.liberal en 5:36 p. m.
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2 comentarios:
Este artículo es totalmente parcial y demagógico. Sobra la mención de los dictadores y esa desafortunada alusión al "camino de la vida", y falta reconocer de verdad que la superpoblación es un gran problema, lo queramos o no. Ninguna tecnología desarrollada por el hombre permitirá abastecer a más individuos de los que la Tierra puede albergar físicamente.
Estimado "anónimo" si el artículo te ha hecho pensar, bienvenido al mundo de los que piensan. Si "piensas" que nuestra labor "como humanos" es restringir el desarrollo de nuestra especie... bienvenido al mundo de los algoreros. Si "piensas" que el ser humano es inteligente y capaz de resolver los problemas que le afectan sin necesidad de ser hominicida... bienvenido a mi club: al de los que confiamos en el hombre.
frid
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