5.2.2008. www.aragonliberal.es
Por: Jesús Domingo
En un comunicado, una ONG recuerda que la propuesta de la UE (Unión Europea) sobre biocarburantes obligará a que el diez por ciento de los carburantes para el transporte de vehículos de los países de la Unión, en 2020, provengan de biocombustibles.
Afirmando una cosa y su contraria En un comunicado, una ONG recuerda que la propuesta de la UE (Unión Europea) sobre biocarburantes obligará a que el diez por ciento de los carburantes para el transporte de vehículos de los países de la Unión, en 2020, provengan de biocombustibles. Es así que para cumplir con este sustancial incremento de la demanda, que multiplicaría por diez el consumo actual, la UE tendrá que importar biocombustibles transformados con cultivos como la caña de azúcar y el aceite de palma, etc. de países en vías de desarrollo, cosa que provocaría desordenes sociales, dicen. Ante afirmaciones de este tipo cabe preguntarse ¿No era eso, que Europa compre productos agrícolas, lo que proponían todas las ONG? O ¿prefieren que les continuemos pagando, con dinero que no se sabe donde va a parar, por los derechos de emisión de CO2 a la atmósfera al tiempo que no permitimos su desarrollo industrial? No obstante, esta posibilidad está metiendo prisa a algunos países por hacerse con "un trozo de la tarta comunitaria de biocombustibles" cosa que ciertamente puede comportar desplazar a poblaciones pobres de sus tierras, destruir sus modos de vida y aumentar el riesgo de explotación de trabajadores, además de poner en duda la capacidad de estas poblaciones de producir o tener acceso a alimentos, cierto que esto puede pasar, pero para eso están algunas ONG en estos países. No les parece que hay que ser coherentes, si quieren que se compre productos a terceros países, será necesario que los produzcan, los biocarburantes son una oportunidad. Aclárense, por favor, pues no se puede estar afirmando una cosa y su contraria al mismo tiempo. Los responsables de una de las citadas ONGs han asegurado que, en la carrera por ser el suministrador de biocombustibles, la gente pobre está siendo "pisoteada" y que propuestas como las de la UE, agravarán el problema. "Es inaceptable que la gente pobre en los países en desarrollo deba pagar el coste de los intentos dudosos para reducir las emisiones en Europa", subraya. Así las cosas, pregunto ¿Dónde están los políticos de cada país que haya de ser alguna ONG la que les diga que han de hacer? ¿Qué hacen las ONGs si no enseñan a los pequeños productores a producir y vender? ¿Por qué en estos países no se crean escuelas de formación profesional y canales de comercialización? Como siempre, algunas ONGs acabarán culpando del subdesarrollo de los países terceros a los agricultores europeos, tal vez justificando su poca actividad. Por favor, seamos serios. Si hemos de comprar productos agrícolas, primero los han de producir y para ello les hemos de enseñar. J. Domingo Martínez Madrid
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