Un experto afirma en la Universidad de Navarra que el “miedo a la globalización” frena el progreso de las naciones
- El profesor de Economía José Antonio García-Durán vincula el bienestar de los países avanzados con el desarrollo de los menos favorecidos
José Antonio García-Durán. Foto: Manuel Castells
El profesor de Teoría Económica José Antonio García-Durán afirmó en la Universidad de Navarra que el “miedo” a la globalización frena el progreso de las naciones. Este temor se debe a que los países perciben tras la globalización un problema cuando, a su juicio, este nuevo fenómeno puede revertir positivamente tanto sobre los países avanzados como sobre los menos desarrollados.
El experto, que intervino en el simposio “Cambio cultural y cambio social” que se clausura esta tarde en el centro académico, destacó que el mundo avanzado teme que la relación abierta con el resto del mundo, donde hay personas dispuestas a trabajar por menos, acabe con su nivel de vida. “No se dan cuenta de que cuantas más actividades pasan por manos de los pobres más oportunidades de hacer cosas nuevas se presentan para ellos”, afirmó. Por su parte, en los países más desfavorecidos indicó que existe un miedo al neo imperialismo: “Temen que el poder de los más ricos abuse de sus países, los domine y sirvan como mano de obra muy barata, destruyendo cualquier intento de avance”.
Para el profesor de la Universidad de Barcelona, los problemas de los países ricos no hay que buscarlos en el resto del mundo, sino en su envejecimiento y en estos miedos “infundados”: “Los países que eran más ricos hace 50 años han crecido menos, y los que eran más pobres, lo han hecho en mayor medida.
El mundo adelantado está envejecido y se necesita un cambio. ¿Qué sería de nuestras economías sin la expansión de multinacionales a Asia o América?, ¿y sin la llegada de inmigrantes?”. En este sentido, afirmó que “sólo la expansión de los más pobres permite el relevo de los creadores, el progreso técnico y la mejora del bienestar en las zonas más ricas”.
El papel de la educación
Por eso, en su intervención apostó por una globalización entendida como acercamiento y eliminación de barreras: “Si los países ricos pueden encontrar nuevos mercados y el relevo creativo de sus inventores, los países en vías de desarrollo cuentan con la posibilidad de vender a los enriquecidos, formarse allí, emigrar, copiar sus adelantos técnicos y organizativos, recibir aportaciones de capital o colocar en el mundo adelantado capitales propios”.
Por último, destacó que para aprovechar esta “gran ocasión” se debe apostar por el librecambismo e invertir a través de la educación en los lugares donde está la juventud: “Los inventos, que son los que dan dinamismo a la economía y humanidad, van a venir de los países donde hay más jóvenes. Tendríamos que estar creando universidades en todo el mundo”.
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