Los ministros de Medio Ambiente de la UE (Unión Europea) respaldaron impulsar normas europeas para reducir los riesgos para la salud o ambientales del uso de los productos fitosanitarios -protección de las plantas-.
Los titulares de Medio Ambiente apoyaron la estrategia presentada por la Comisión Europea (CE), que prevé medidas como la prohibición de las fumigaciones aéreas o de la utilización de los fitosanitarios en zonas públicas y en aquellas a las que acudan niños. Muy bien, pero esperemos no se peor el remedio que la enfermedad.
El Consejo concluyó que la legislación actual no controla adecuadamente los riesgos relacionados con el uso de fitosanitarios. En concreto, en el medio ambiente, "particularmente en el suelo y en el agua" se encuentran excesivas dosis de fitosanitarios y en los alimentos se detectan restos por encima de los límites permitidos, según el documento aprobado por los ministros. Es muy curioso que los informes de los ministros de agricultura y de sanidad no encuentre residuos por encima del límite y los de medio ambiente sí, alguno falla ¿No creen?.
Los países de la UE respaldaron la regulación propuesta por el Ejecutivo comunitario sobre la comercialización de fitosanitarios y "el hecho de que los Estados miembros tomen medidas suplementarias para regular la aplicación y el uso" de esos productos.
Los ministros destacaron, en las conclusiones, que deberían "reforzarse" medidas específicas para reducir los daños de los pesticidas en las aguas, en conexión con la Directiva sobre Agua. Subrayaron la necesidad de que los Gobiernos nacionales y el sector pongan en marcha, siguiendo el principio de la "subsidiariedad", medidas incluidas en las propuestas de la CE, como la promoción de una agricultura con bajo consumo de pesticidas, incluida la producción ecológica.
Otra actuación sería una mejora de la utilización de los "instrumentos financieros" para desarrollar métodos de gestión integrada de plagas. La UE abogó por incrementar las dotaciones para la investigación, con el fin de impulsar un uso sostenible de los pesticidas.
Los ministros apoyaron trabajar para ayudar a países terceros, sobre todo en desarrollo, a reducir también los riesgos de los productos fitosanitarios. Constataron que el uso de fitosanitarios está sujeto a una autorización previa, basada en un informe científico razonado sobre ese producto, así como sus sustancias activas y añadieron que esto implica testar "su eficacia" y los riesgos que entraña para la salud o el medioambiente. Gran descubrimiento el de estos ministros, desde hace años no se aprueba un nuevo producto sin ser testada su inocuidad y su eficacia, estos lo han descubierto ahora.
JDM
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