Sin duda, el nuestro, en general, es un país seco por ello, ante las peticiones de algunos es lógico que se extienda la reivindicación de "agua para todos" y, en concreto, la exigencia de que un bien escaso sea repartido de acuerdo con principios de eficacia y solidaridad. La renuncia a un Plan Hidrológico pensado para el conjunto de los españoles es la mejor prueba de ese estado residual al que conduce el cambio de modelo territorial promovido por Rodríguez Zapatero. De ahí el papel secundario que viene desarrollando el Ministerio de Medio Ambiente, cuya función consiste en poner parches y en anunciar proyectos que nunca terminan de cumplirse.
El derroche del agua del Ebro desde que se anuló el trasvase es fiel reflejo del fracaso de una política que carece de sentido nacional. Se han perdido en el mar muchos miles de hectómetros cúbicos sin provecho para nadie, ya que ni siquiera se han realizado las obras previstas en Aragón. Sólo en la riada de Semana Santa, el Ebro ha desaguado en el mar más de 1.800 hectómetros cúbicos, que es el equivalente a cuatro trasvases anuales de los proyectados en la cuenca del Segura y casi el doble de lo necesario durante dos años en el arco mediterráneo. Habrá que hacer un pensamiento serio y dejarse de demagogias.
Xus
Un comentario: los derechos sobre los bienes dependen de que esos bienes existan. Nadie tiene "derecho al agua en general" sino a ese agua y a una distribución justa de ese agua. El agua viene del cielo... Pero, luego, una vez que está ahí ¿por qué vas a tener tú más derecho que otro? ¿por qué todos el mismo derecho? Hay necesidades básicas para las que la sociedad debe utilizar el criterio del "bien común" en cuanto atención de las necesidades primarias. A partir de ahí, lo mejor, el mecanismo de mercado.
¿Y qué son las necesidades básicas? No son el "confort" sino el límite de la "propiedad". Si esas necesidades básicas no se atienden, por "la propia supervicencia", en teoría clásica, uno tiene derecho, derecho natural, de hacer uso del bien ajeno para su sustento. Es claro que las necesidades básicas son muy pequeñas y que en España todos las tenemos cubiertas.
¿Si eso es así, el agua no debería entrar mejor en el mercado cada vez más transparente para que su distribución sea más eficiente? Ahí nos tompamos con que el agua es un bien que no está adscrito a un lugar, corre por los ríos y si se estanca o se evapora o se "pudre". Tiene usos consuntivos, usos compatibles, usos de distinto nivel. ¿Es solución el decir que el agua no tiene precio y cobrar sólo su gestión y distribución? Es algo que habría que pensar.
Considero que, el trasvase introduciendo criterios económicos reduciría sus tensiones. Pero, ¿si en España y en Europa, los mercados están intervenidos, las empresas de aguas son en muchos casos públicas, si somos de hecho un país "socialdemócrata", sería sencillo introducir criterios liberales en la gestión del agua? Ese es un reto para nuestros políticos, para que vayan transmitiendo que esa seguridad y "derecho del agua" es un paso más a que el Estado sea el que planifique todas nuestras acciones.
frid
2 comentarios:
¡Agua para todos!. Es una vergüenza que el agua se tire al mar. Y se tira. Lo demás es demagogia. No interesa darle agua al vecino porque prospera y las envidias en este país son el alma mater de nuestra existencia. Lo de Valencia y Cataluña es el ejemplo que a todos nos llama la atención, pero hay ejemplos de pueblos mucho más pequeños en que "el vecino" se niega a dar agua al otro por temor a que crezca, con lo cual es competencia. Penoso. Repito. ¿Agua para todos!.
Estoy contigo: agua para todos pero "no gratís", agua para todos pero sin demagogia, agua para todos pero auditando el uso. Generosidad que no significa falta de "interés particular" que no es malo, sino que no significa "cerrazón particular". Negociemos. ¿No le gusta a ese Zp dialogar? pues "dialoguemos buscando un acuerdo común".
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