5/16/2007

¿En América Latina qué hay detrás del bioetanol?

¿En América Latina qué hay detrás del Etanol?  

 

Los presidentes de América del Sur se encontraron el pasado mes de abril, en otra cumbre sin resultados. El tema de los biocombustibles fue el tema central, luego del pacto informal suscrito por Washington y Brasilia para impulsar el alcohol como fuente complementaria de la gasolina. Seg

ún las crónicas el asunto resultó en un desastre diplomático para el dúo Castro-Chávez y en una de las tragicomedias mas asombrosas de la historia regional, en las que el dúo perdió frente a la coalición de países que tienen interés en desarrollar esta opción energética.

En el tema relativo a los biocombustibles, en particular al desarrollo posible de etanol en base a celulosa, no hubo consenso, a pesar de que este es el futuro de ese biocombustible. No hubo mas avances, porque cuando Venezuela suministra combustible subsidiado -y pagadero en todo tipo de bagatelas si es que se paga- no podía haber ocurrido otra cosa.

 

Tras la alianza entre Brasil, Estados Unidos y otros países de la región que producen azúcar y maíz, las acusaciones infundadas de Fidel Castro no se hicieron esperar. Las denunció como una "internacionalización del genocidio" y una "condena de muerte anticipada" para 300 millones de hambrientos -que no conseguirían alimentos de vegetales destinados a manufacturar combustibles- son francamente patéticas. Estas acusaciones son insólitas para un país que hace del hambre una política de Estado y de sumisión, con sus tarjetas de racionamiento y con el abandono cruel de sus pobres durante casi cinco décadas.

 

¿Por qué esta obsesión de Castro con el tema del etanol, que se produce a base de azúcar? Cuba ganaría mas si transformara su producción de azúcar en etanol y la vendiera por un precio mayor al que recibe actualmente. Supongo que hay una razón de orden interno y otro de carácter externo.

 

En el plano interno, al castrismo no le viene en gana vender la producción de azúcar -así sea un precio mucho mayor por el mayor valor agregado del etanol- a un país con valores democráticos y gusto por el comercio. En el plano externo, no le interesa la independencia energética de otros países. Supongo, de nuevo, que las necesidades del pueblo cubano le importan un bledo.

 

Por su parte, Hugo Chávez, termina también por contradecirse aunque por otras manías. En febrero del 2007 había pactado con Cuba el desarrollo de unas plantas de etanol y la siembra de caña y yuca por mas de 300.000 hectáreas, además de trece o catorce plantas de etanol. Un tema que no entusiasma a los venezolanos demócratas, porque lo ven como parte de otro proyecto: la migración forzada de la gente de la ciudad, siempre un problema para los socialismos, hacia el campo. Son proyectos característicos de los regímenes que tanto admiran Chávez como su séquito guevarista.

 

JD Mez Madrid

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