9/12/2006

Plástico, plástico, plástico... La revolución del bidón de plástico, por Kapuscinski:

La técnica al servicio de la humanidad, aunque sea de plástico.

A veces los avances tecnológicos son una verdadera revolución sin saberlo; y eso pasó en África cuando apareció el bidón de plástico:

“Y he aquí que apareció el bidón de plástico. ¡Un milagro! ¡Una revolución! En primer lugar es relativamente barato (aunque en algunas casas sea el único objeto de valor): cuesta unos dos dólares. Pero lo más importante es que ¡es ligero! Como también lo es el que se fabrique en varios tamaños, de modo que incluso un niño muy pequeño puede transportar unos litros de agua.

¡Todos los niños la acarrean! Ahora mismo vemos a un tropel de alborotada chiquillería que, jugando y dándose empujones, se dirige a una fuente lejana en busca de agua. ¡Qué enorme alivio para la mujer africana, agotada hasta el límite de sus fuerzas! ¡Qué cambio tan grande en su vida! ¡Cuánto tiempo ha ganado ahora para ella misma y para al casa! (...) El bidón de plástico tiene un número de virtudes ilimitado. Una de las más importantes es que sustituye a la persona en una cola (...) antes no se podía dejar la vasija e irse a la sombra, porque la podían robar, y era demasiado cara. Ahora, en cambio, en lugar de personas, se forman colas de bidones de plástico, mientras sus dueños se refugian del sol o se van al mercado o a hacer alguna visita. Al viajar por África, se ven muchas de esas kilométricas y multicolores de bidones esperando a que aparezca el agua”.


De acuerdo, un primer paso: el bidón de plástico. Algo bueno a pesar de ser progreso. Y es bueno porque nos libera de actividades más onerosas. Pero es preciso el segundo paso: llevar el agua a cada aldea y a cada casa. Ahí habrá más progreso y más tiempo para dedicarlo a la formación y capacitación de esos pueblos. Y, después, luz eléctrica... y eso nos recuerda que nosotros, no hace tanto tiempo, vivíamos con la misma dependencia para esas necesidades básicas.

frid

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