Lo difícil de navegar en un lecho de gravas
Por: Carmelo Lafuente
Algún día nos tendrán que presentar un estadillo pormenorizado de todos los gastos presupuestados y extraordinarios, previstos e imprevistos que nos ha costado el capricho del alcalde para haber navegable el Ebro a su paso por Zaragoza.
Los gastos de la navegabilidad
Algún día nos tendrán que presentar un estadillo pormenorizado de todos los gastos presupuestados y extraordinarios, previstos e imprevistos que nos ha costado el capricho del alcalde para haber navegable el Ebro a su paso por Zaragoza.
Recuerdo aquel ya viejo cartel electoral con los barcos surcando el Ebro y no puedo sino echarme a temblar. Porque allí había barcos y ese detalle ya nos ha costado muchos millones de euros, y no hemos acabado.
Pero es que allí el Ebro era también azul, y conseguir eso puede acabar arruinándonos definitivamente. Esperemos que Belloch no lo recuerde.
A la construcción del azud, que al principio iba a producir electricidad y ya no, hay que sumar el dragado del Ebro, que es una operación que habrá que repetir con periodicidad, el rebaje de la solera del Puente de Piedra y la construcción del pequeño puerto fluvial. Los barcos ecológicos, que deben costar más que los convencionales funcionarán al final con un motor fuera borda, alimentado con gasoil. Lo mejor de ambos mundos: cuestan más por ser ecológicos, pero aún así contaminan. Fastuoso. Al final, el capricho del alcalde será realidad, pero a riguroso golpe de talonario.
Los fondos los ponemos nosotros.
Carmelo Lafuente Ruiz
0 comentarios:
Publicar un comentario