Según Ecologistas en Acción de Álava, las medidas contra la propagación del mejillón cebra han sido un fracaso. La muestra: ya está en Ullibarri.
Por: Redacción
Ya en el 2006 se detectaron larvas en el embalse de Sobrón y en el 2007 prácticamente en todo el Ebro. En el 2007 se detectó la especie en el Omecillo, Bayas y Zadorra. Los Ecologistas informaron reiteradamente de las deficiencias de la vigilancia al Consejo Asesor de la Naturaleza del País Vasco. Y ahora, desde el trasvase del Zadorra, el mejillón cebra podrá entrar en las cuencas cantábricas.
Ante las noticias de este fin de semana que nos llegaban de la Confederación Hidrográfica del Ebro, en el sentido de que en los últimos muestreos se habían localizado larvas de mejillón cebra en el embalse Ullíbarri, Ekologistak Martxan Araba considera que las medidas tomadas para frenar a esta especie han sido un rotundo fracaso. Los primeros datos de la aparición de esta especie en la Cuenca alta del Ebro proceden del año 2006, donde se detectaron ejemplares adultos en la zona de Sobrón en el río Ebro. En el año 2007 se constató que la especie estaba presente en prácticamente todo el río Ebro, pero no se detectaron ni larvas ni individuos adultos en ninguno de sus afluentes vascos (Omecillo, Bayas y Zadorra). El representante Ecologistas en Acción ya avisó al Consejo Asesor de la Naturaleza del País Vasco de algunas deficiencias en la vigilancia, en concreto que se habían detectado personas con piraguas por el río Ebro a lo largo del verano, sin ningún tipo de control y sin que nadie les informase de los protocolos a seguir. Es de destacar la rapidez en la propagación de esta especie ya que en tan solo dos años ha pasado de unos puntos aislados en el Ebro al Embalse de Ullibarri, sin que aparentemente ni los técnicos de la Dirección de aguas del Gobierno vasco, ni los técnicos de la Diputación Foral de Álava, ni los técnicos y guardas de la Confederación Hidrográfica del Ebro, se hayan percatado de la presencia de la especie a lo largo del río Zadorra. Es evidente que las medidas adoptadas han sido un rotundo fracaso ya que no sólo no se ha conseguido parar la expansión de la especie sino que ésta ha colonizado uno de los puntos más vulnerables y en teoría más protegidos como el embalse de Ullibarri (y por ende el de Urrunaga), con el agravante de que sus aguas se trasvasan a la cuenca cantábrica con lo que estos ríos ahora mismo corren un serio riesgo de verse afectados por la especie. Ekologistak Martxan advierte que las poblaciones de mejillón cebra producen una grave disminución del fitoplanton disuelto, alteran la composición de los fondos y aguas fluviales, y afectan en mayor o menor grado a las especies presentes en los ríos y embalses. Pero además el mejillón cebra afecta a construcciones hidráulicas de todo tipo, turbinas, desagües, depósitos, plantas potabilizadoras de agua, presas, acequias, canales, etc. causando graves pérdidas económicas.
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