En este post quiero proponer unas ideas, que requerirán posterior desarrollo, y colaboración por parte de mis amigos de la red, para revisar los principios de la acción sobre el medio ambiente.
En primer lugar establezco tres principios necesarios en la política medio ambiental española, extensibles en cierta medida a otros territorios:
1. Personalismo: pivotar las políticas medio ambientales en el hombre. Es para las generaciones futuras por las que se preserva el medio ambiente. Y es para las personas de hoy para las que buscamos un ambiente de calidad, saludabe y rico en biodiversidad.
2. Coordinación autonómica: el medio ambiente no sabe de fronteras. El aire y el agua no se detienen en los límites territoriales de cada autonomía. El Estado español, cada vez más débil, es incapaz de coordinar los intereses autonómicos, lo que implica que sean las autonomías las que tomen la iniciativa para proponer normativas concordadas, soluciones conjuntas y acciones coordinadas a problemas comunes de territorio, biodiversidad, tratamiento de residuos, etcétera.
3. Descentralización municipal: encomendar las tareas de protección y mantenimiento del medio ambiente, siempre que se pueda, a los municipios donde se encuentran los espacios a proteger, y paliar, en lo posible, la pérdida de población y competitividad de esos territorios.
Además, como principios comunes, se deberá insistir en especial en los siguientes aspectos:
1. Restitución territorial y/o ambiental de los espacios afectados por grandes infraestructuras o grandes actuaciones urbanísticas.
2. Desarrollo de las energías renovables: si bien la energía eólica en nuestro territorio se va desarrollando, es preciso invertir en energías derivadas de cultivos energéticos (biocombustible).
3. Ahorro energético en edificación: normativas de calidad más estrictas y paneles solares para apoyo energético a la calefacción y agua caliente.
4. Fomento de la investigación en la reutilización de residuos: En especial hay que implantar los sistemas de recuperación y reciclaje de materiales de demolición, de residuos eléctricos y electrónicos y de vehículos. Además de buscar solución aceptable y sostenible a los residuos ganaderos.
5. Racionalidad en el uso de los medios naturales escasos, sean o no renovables. Solidaridad en el uso de esos bienes cuando se trata del agua, e incorporar en su consideración su valor paisajístico, lúdico y medioambiental de primer orden. Incorporar políticas que reduzcan la dependencia de energías derivadas de combustibles fósiles y reabrir el debate nuclear.
6. Puesta en valor de los espacios naturales, fomento de actividades lúdicas y deportivas en esos entornos compatibles con los objetivos de protección del medio.