9/27/2007

Los cereales por las nubes al comenzar el año agrícola.


Empieza el año agrícola con altos precios de los granos




"El alto precio de los granos marca el inicio del nuevo curso" podría ser un titular que centre bien cual es el aspecto más preocupante para algunos, especialmente los ganaderos, con el que ha empezado el año agrícola. Y es que sin duda el comienzo del nuevo curso está marcado por la nueva situación creada por el alto precio de los granos a nivel mundial, un hecho que afecta de forma directa o indirecta, para bien o para mal, a todo el sector agrario y  agroalimentario.


La causa principal de esto no está en los carburantes sino es que el mundo consume desde hace varios años más cereales de los que produce, debido a que cada vez hay más población y, especialmente, con mayor poder adquisitivo, se cumple la ley de mercado cuando la demanda crece más que la oferta, limitada esta por la superficie y los rendimientos agrícolas. Esto viene sucediendo desde antes del auge de los biocarburantes, que no han hecho más que adelantar y agravar este fenómeno pero en ningún caso provocarlo.


Lo preocupante para unos o lo ilusionante para otras es que existen motivos para pensar que esta situación no es coyuntural, como son los siguientes:


-El alto precio de los cereales se produce en una campaña de buena producción mundial, especialmente en el estado español, que a pesar de su abundancia no logra cubrir el consumo, debiéndose hacer uso de las reservas.


-El crecimiento económico de los países en desarrollo, sobre todo asiáticos, continuará aumentando la demanda. El hecho de que millones de personas en países como China o India mejoren su situación económica y demanden más pollo o carne, y no los biocarburantes, es el factor principal de incremento del consumo y de los precios.


-Está previsto que el uso de cereales para biocarburantes continúe aumentando en todo el mundo, sobre todo en EEUU, que es donde se da la mayor parte de este consumo.


La UE ya ha anunciado que la próxima campaña se podrán sembrar las tierras que hasta ahora se dedicaban a la retirada obligatoria (entre el 15 i el 10 %), pero aun esto parece insuficiente, dado que se prevén nuevos aumentos en la demanda global.


Salvo que suceda un crack económico internacional o cosechas récord consecutivas, no cabe pensar en una vuelta a la situación anterior de granos baratos y lo más realista es pensar que los altos precios están aquí para quedarse, con las consecuencias que ello implica. Y a medio largo plazo existe además la amenaza de que se podría agudizar aun más el problema, ya que los stocks son susceptibles de ser aun menores y siempre cabe la posibilidad de que se den malas cosechas.


En esta situación cabría pensar que políticamente se deberían tomar medidas para estabilizar la situación, haciendo se produzca más o que se consuma menos. Diariamente aparecen noticias preocupantes como el tema de Méjico y las tortitas o la India, país en el que la oposición considera que se está produciendo "un robo a mano armada".


Para que se produzca más, dado que apenas existen nuevas tierras disponibles para la agricultura, la única medida sería aumentar los rendimientos, lo que implicaría necesariamente el fomento de la tecnología agraria y la biotecnología.


Para que se consuma menos, solo cabría en ser menos habitantes o ser más vegetarianos, dado que el principal consumo de los granos es la alimentación animal. Esto parece impensable, dado que la tendencia es justamente la contraria, sobre todo en los países en desarrollo.


También se podrían dar marcha atrás a los planes para producir biocarburantes, pero esto no parece asumible políticamente por los gobiernos, entre ellos todos los de los países europeos, que hasta ahora han venido fomentando lo contrario y además tendría escasa repercusión si no lo hiciera EEUU que supone la mayor parte del consumo bioenergético de cereales, y que actualmente parece muy firme en su política de fomento del bioetanol de maíz.


Al final cabe plantearse si se deberían tomar ahora medidas, para evitar un colapso que podría ser catastrófico a medio o largo plazo, como fomentar un aumento de los rendimientos agrícolas a nivel mundial; una nueva "Revolución Verde", algo que por lo demás la FAO viene señalando desde hace tiempo y que parece ha ido cayendo en saco roto, la Unión Europea, a pesar de los pérdida de stocks de cereales ha mantenido la normativa que obliga al barbecho obligatorio hasta este mismo año.


Lo que si nos parece es que nuestros productores de cereales están de enhorabuena, todo da en pensar que se acercan años de vacas gordas.


Jesús Domingo


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