10.4.2008.
Por: Jesús Domingo
La noticia fue que en Castilla y León murieron dos personas por la enfermedad de las "vacas locas". Se trata de una enfermedad con un periodo de incubación muy largo, entre 8 y 10 años, por lo que podrían darse nuevos casos, aunque contagiados antes de que se aplicara el Plan de Vigilancia. Ahora es "imposible" el riesgo y lo que prima es la calma.
Ahora es "imposible" el riesgo. La noticia fue que en Castilla y León murieron dos personas por la enfermedad de las "vacas locas". Se trata de una enfermedad con un periodo de incubación muy largo, entre 8 y 10 años, por lo que podrían darse nuevos casos, aunque contagiados antes de que se aplicara el Plan de Vigilancia. Ahora es "imposible" el riesgo y lo que prima es la calma. La noticia se ha hecho pública a través del director general de Salud Pública de la Consejería de Sanidad de Castilla y León. El director general ha precisado que los controles sobre la trazabilidad de los productos establecidos con posterioridad a la epidemia de casos de encefalopatía espongiforme bovina funcionan correctamente desde que se pusieron en marcha en el año 2000, y dado que el periodo que tarda la enfermedad en manifestarse puede llegar a los diez años, se descartan contagios desde esa fecha. No obstante, hay que tener en cuenta que es posible la aparición de nuevos enfermos hasta 2010, fecha en la que sitúan el límite de seguridad. Desde el Ministerio de Sanidad, se ha afirmado que las dos últimas muertes por esta enfermedad indican que el contagio se produjo por ingesta de tejidos contaminados antes de que el Gobierno español y la Unión Europea tomaran las medidas oportunas para evitar este mal. También se ha manifestado en la misma línea, la ministra de Agricultura en funciones, ha sido rotunda y ha pedido " rotunda tranquilidad" tanto a los consumidores como al sector primario ya que "hoy no estamos en las circunstancias en que estábamos hace muchos años". Los casos, aseguró la Ministra, vienen de cuando no estaba activado el Plan de Vigilancia "ni en Europa ni en España". A través del Cuerpo Nacional de Veterinarios, su presidente, Justo Nombela, ha insistido en ofrecer un mensaje de tranquilidad "ya que tenemos que seguir investigando" para verificar la "fuente y ver cuánto tiempo ha pasado desde el contagio". El mismo anima a los ciudadanos a que sigan consumiendo carne ya que "nada hace pensar en un fallo en los controles", aunque, no lo olvidemos, hay que tener en cuenta que es posible la aparición de nuevos enfermos hasta 2010, fecha en la que sitúan el límite de seguridad, teniendo en cuenta el periodo de incubación de este mal. El director del Centro Nacional de Referencias de las Encefalopatías Espongiformes Transmisibles, Juan José Badiola, especialista que estuvo dos veces en Girona cuando la grave crisis de hace siete años, precisó que 2008 será "clave" en la aparición de nuevos casos por enfermedad de las vacas locas, porque es el año en que ha finalizado su periodo de incubación. Se trata, precisó, de "la consecuencia de un problema de hace años", por lo que los españoles "no tienen que estar preocupados por la alimentación en estos momentos, ya que en todos los países de la UE, también en España, se retira rigurosamente del consumo un animal enfermo". Estoy de acuerdo con la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) y las organizaciones agrarias, cuado piden calma, aunque "no hay que bajar la guardia"; también cuando afirman, por que es verdad, que actualmente los controles son exhaustivos; y demandan una información "rigurosa" para evitar que cunda el pánico en la población, lo que podría dañar a un sector, el ganadero, ya muy dañado de por sí. Insisten así en la tesis de que no existe peligro para el consumidor, ya que la trazabilidad está "totalmente garantizada". En concreto, señalaron que ahora es "imposible" contraer la enfermedad porque se han desechado las prácticas, como las harinas cárnicas, que desembocaron en el contagio de los animales. No olvidemos que cada animal desde que nace tiene su identificación que le acompaña hasta su sacrificio. Esto permite conocer sus padres, lugares donde ha sido alimentado, lugar de sacrificio, lo que da una garantía adicional de control ante cualquier riesgo existente, por lo que ahora mismo, es bueno recordarlo, no hay ni un solo caso que no sea identificado a partir de análisis que se realizan y por tanto, no llegan al consumo de las personas. Jesús Domingo
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