Clausura de las Jornadas de la Tribuna del Agua

En www.aragonliberal.es


Este viernes se ha clausurado, en el Palacio de Congresos de la Expo, la Tribuna del Agua, en espera de leer la Declaración Zaragoza al final de la Expo en la Jornada de Clausura.

En la tribuna, además de las jornadas técnicas, se ha hablado de muchas cosas, se ha manifestado la cultura actual sobre materia de aguas. El cine, los artistas, los usuarios, las Organizaciones no Gubernamentales, el ciudadano de a pié, los medios de comunicación, las industrias, las administraciones públicas y los científicos han hablado y debatido sobre esa materia con mayor o menor acierto.

Un ejemplo de desacierto o de idiotez humana, un tal José Luis Sampedro que, después de afirmar que el ser humano es la peor plaga para el planeta tierra, sigue vivo e impertérrito. Sus planteamientos tienen un cierto aire "hominicida" y nazi, aunque él no lo diga, ya que ha afirmado que es lícito tratar las plagas como se trata a una plaga.

Pero eso es lo poco desafortunado de la Tribuna del Agua, el Ágora y sus actividades anejas.

Los defensores de la lucha contra el cambio climático han sido más moderados. Manifiestan, como técnicos, que el asunto es complejo, que la acción humana es limitada y que las medidas deben tomarse en parte de modo preventivo y en parte como educadoras de un uso de los recursos de la tierra de modo racional y sostenible.

Los países intervenientes en la muestra, unos 101, han tratado en sus exposiciones y en sus actividades la cuestión del agua que ha sido la guía de la exposición.

Las semanas temáticas: Agua y Tierra, Agua y ciudad, Agua pra la vida, Agua como recurso único, Servicios de abastecimiento y saneamiento, Cambio climático y fenómenos extremos, Economía y finanzas del agua, Agua y sociedad, Agua y energía, Nuevas fuentes de agua, reutilización y desalinización, han permitido tratar muy diversos aspectos de la necesidad del agua, de su uso, gestión sostenible y la necesaria solidaridad en esa materia.

Agua para la paz, según afirma Gorvachev, implica solidaridad, asumir el agua como un derecho fundamental, un derecho de poner los medios para hacerla disponible ante los seres humanos, porque es como todo derecho derivado de la vida: primero vivir, dejar nacer, mantener la vida. Y, para mantener la vida: agua, alimento, cultura.

Estas semanas han mostrado el problema del agua en países ricos y pobres. Unos deben comenzar la gestión del agua con parámetros de sostenibilidad y solidaridad. Los otros tienen en muchos casos el problema básico de la disponibilidad.

Salvo el insensato "hominicida" perteneciente a la sociedad de bombos mutuos, al que internamente silbé por su anti-humanismo, las Jornadas merecen un aprobado alto y mi estudio para ir comentando este tema en mi blog de medio ambiente.

Hay un corto sobre el agua que merece mi aplauso, y que ha sido galardonado por la muestra. La tierra está enferma, padece de "humanidad", pero el doctor afirma que su caso es grave o no dependiendo si los hombres, sus inquilinos, aplican racionalidad e inteligencia o irracionalidad y uso insostenible.

La clave de la tierra, de su permanencia, del mantenimiento de la vida, está en manos de los seres humanos. Somos el médico, la medicina y el enfermo. La vida en el planeta depende "parcialmente" de nosotros. En ámbitos históricos, prácticamente de nosotros. En ámbitos geológicos es claro que la tierra tiene un fin y, cuando llegue, quizá no haya humanos sobre la tierra aunque vivamos con criterios sostenibles. Seamos humildes y marquemos objetivos humanos a los hombres.

frid