El paseo didáctico "La senda de los rastreadores" del entorno de Valsaín (Segovia) muestra las costumbres del mundo animal en la naturaleza
Se enmarca dentro del programa de excursiones de carácter educativo del Ministerio de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino, a través del CENEAM
En esta actividad, dirigida a un público familiar y que cierra la temporada de primavera del Programa de Excursiones Didácticas, se observarán las huellas, los rastros, las marcas y otras señales que deja cada animal.
El Ministerio de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino, a través del Centro Nacional de Educación Ambiental, ha organizado el paseo didáctico "La senda de los rastreadores", que permitirá a los asistentes conocer la realidad y las costumbres del mundo animal en la naturaleza.
Desde el año 2004 el CENEAM viene desarrollando el Programa de "excursiones y paseos didácticos por el entorno de Valsaín", con la finalidad de recuperar la tradición pedagógico-naturalista practicada, desde finales del S. XIX, en la Sierra de Guadarrama, convertida en una gran escuela donde se hermanaban el excursionismo y la pedagogía, aplicados a muy diversas disciplinas.
Esta actividad, dirigida a un público familiar, cierra la temporada de primavera del Programa de Excursiones Didácticas. En esta ocasión se llevará a cabo un paseo en el que se observarán huellas de animales. Para ello habrá que adoptar el papel de rastreador y aprender, en primer lugar, cuáles son los lugares y momentos concretos que permiten la localización de huellas y rastros con mayor facilidad.
Además de aprender a distinguir huellas, se hablará de las egagrópilas y su diferencia con los excrementos (una importante fuente de información sobre hábitos alimenticios) de los encames, de los nidos y las madrigueras, de los desplumaderos donde comen las rapaces y de los rascaderos donde quedan pelos de mamíferos.
En un pinar como el de Valsaín, todos los participantes conocerán qué animal se comió los piñones, ya que son varias las especies que se alimentan de ellos, como el ratón de campo, la ardilla, el piquituerto o el pico picapinos y cómo cada especie abre las escamas de la piña de una forma distinta.
La proliferación de publicaciones y documentales sobre el mundo animal en los últimos tiempos y la alta calidad de los mismos, puede hacer pensar que en un espacio natural se pueden observar los animales como los vemos en la televisión. Pero la realidad es bien distinta; para ver determinados animales, los naturalistas, en muchas ocasiones, necesitan años de seguimiento. La experiencia les ha enseñado que para conocer las especies que habitan en un espacio determinado, lo primero es aprender a leer e interpretar las huellas, los rastros, las marcas y otras señales que deja cada animal.
Además, es una excursión ideal para ejercitar los sentidos. Un buen rastreador no sólo usa la vista; el olfato, el tacto y el oído, son imprescindibles para aprender en el bosque.
Estas actividades organizadas por el MARM, a través del CENEAM, tienen como objetivo iniciar a los participantes en el conocimiento de diversos aspectos del patrimonio natural y cultural de la zona y subrayar la importancia de éstos en la configuración del paisaje actual. La mayor parte de las mismas están dirigidas a todos los públicos, aunque algunas se orientan hacia un público adulto o más especializado.
26 de junio de 2009
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