En el año con las perspectivas de cosecha más bajas en lo que llevamos de siglo, con unas expectativas de producción a nivel nacional ínfimas, en torno a los 15 millones de toneladas, el estancamiento de los precios no obedece a razones lógicas de oferta-demanda.
En estas circunstancias es conveniente estar alerta de los peligros de un "mercado de cereales de ficción" provocado por la decisiva influencia de la especulación financiera bursátil. Tal y como refleja el análisis comparativo realizado por del Departamento de Agricultura de COAG, los movimientos especulativos en los mercados de materias primas de la Bolsa de Chicago (CBOT) han marcado la tendencia de los precios en el campo durante el último año:
La influencia de los índice bursátiles en el mercado de cereales se ha hecho aún más visible en las últimas semanas, en donde con las perspectivas de cosecha más bajas en lo que llevamos del siglo XXI, y con unas expectativas de producción a nivel nacional ínfimas, en torno a los 15 millones de toneladas, el estancamiento de los precios no obedece a razones lógicas de oferta-demanda. En la semana del 4 al 11 de junio, la tendencia alcista en la bolsa de Chicago se ha paralizado y el precio del trigo ha descendido un 6% (hasta los 157,2 euros/t).. Paralelamente, las cotizaciones nacionales se han estancado en 165 euros/t, tras semanas de subidas.
"La liberalización del comercio internacional, auspiciada por la OMC y apoyada por la Unión Europea con las últimas reformas de la Política Agraria Común (PAC), ha sido el caldo de cultivo para que un puñado de brokers, ante la ausencia de regulación, campen a sus anchas y condicionen los precios que reciben nuestros agricultores. En este contexto, COAG aboga por la existencia de mecanismos públicos de regulación del mercado para los cereales que eviten la volatilidad y las fluctuaciones tan acusadas en las cotizaciones y al mismo tiempo sirvan para orientar a los agricultores a la hora de planificar sus siembras.
La UE en vez de contribuir a implantar un modelo agrícola sostenible, viable y rentable, se ha dedicado a promover la desregulación y desestabilización de los mercados. En la actualidad, el volumen de intervención pública para los cereales es nulo (a excepción del trigo blando). Además, en el supuesto caso de que la Comisión Europea quisiera activar la intervención, se utilizaría un precio de referencia de 101,3 €/t, un precio desfasado y no acorde con la situación actual de los costes de producción. A todo ello, se unirá en 2010 el desacoplamiento total de las ayudas (pagos no ligados a la producción) que provocará la reducción de hectáreas cultivadas.
España es un país tradicionalmente cerealista, donde el 35% de las tierras cultivables están dedicadas a los cereales y el 11% de la Producción Final Agraria proviene de estos cultivos. Somos un Estado importador neto, con unos volúmenes de importación del orden de los 10 millones de toneladas al año.
COAG insta a las diferentes Administraciones a que tengan en cuenta esta situación y orienten sus esfuerzos hacía una política de estabilización de este sector que permita mantener, e incluso incrementar la producción, con unos márgenes de rentabilidad aceptables para los productores. Es necesario garantizar nuestra soberanía alimentaria y el futuro de estos estratégicos cultivos, así como de todo el tejido socioeconómico vinculado a los mismos.
JDM
0 comentarios:
Publicar un comentario