El Departamento de Medio Ambiente del Gobierno de Aragón en colaboración con la Fundación para la Conservación del Quebrantahuesos (FCQ), ha iniciado este año una campaña de colocación de 30 cajas nido especiales en bosques pirenaicos con hábitat óptimo para el mochuelo boreal (aegolius funereus), en los que hay ausencia o escasez de cavidades naturales que permitan la nidificación y la expansión de esta especie.
El consejero de Medio Ambiente, Alfredo Boné, y la directora general de Desarrollo Sostenible y Biodiversidad, Anabel Lasheras, junto con Agentes de Protección de la Naturaleza y miembros de la FCQ, participaron recientemente en los trabajos de colocación de estas cajas nido y en el marcaje de estas pequeñas rapaces nocturnas, especie que no fue citada oficialmente en la vertiente española del Pirineo hasta el año 1984.
Las cajas nido han sido diseñadas expresamente por conservacionistas europeos para ayudar a la recolonización del mochuelo boreal en los bosques de coníferas de Europa Central, experiencias de las que se han obtenido muy buenos resultados. Están fabricadas en cemento de madera , un material de características únicas que le confieren gran durabilidad a la intemperie, y está protegido de los ataques de otras aves y depredadores.
El mochuelo boreal es una especie difícil de localizar, pero desde el año 2003 se vienen realizando prospecciones sistemáticas en bosques potenciales del Pirineo aragonés para localizar a los machos territoriales, gracias a la identificación de una llamada característica que emiten durante la noche. Estas actuaciones han permitido localizar medio centenar de territorios en cuatro comarcas pirenaicas, principalmente en el Sobrarbe y Ribagorza, en una distribución que coincide en gran medida con la del urogallo pirenaico.
Actuaciones para la conservación
Además de la colocación de cajas nido, desde finales del invierno y principios de primavera se han prospectado algunos territorios conocidos y zonas boscosas potenciales para conocer la distribución y abundancia de la especie en tres Zonas de Especial Protección para las Aves (ZEPA): Turbón-Sierra de Sis, Cotiella-Sierra Ferrera y Ordesa y Monte Perdido. Además, se va a continuar con los trabajos de anillamiento científico de individuos, lo que permite estudiar aspectos sobre la biología y ecología de esta especie.
En 2005 se anillaron los tres primeros ejemplares de mochuelo boreal en Aragón. La primera recuperación correspondió a una hembra anillada en el valle de Gistaín y recuperada un año más tarde en Setcases, en la provincia de Gerona, a 156 km del lugar de origen.
Especie singular
La singularidad de esta especie radica en su rareza en los Pirineos, de hecho, ha sido observada por muy pocos ornitólogos, y en su aislamiento del resto de la población del centro y norte de Europa. Es una reliquia glaciar que ha quedado aislada en una pequeña superficie de hábitat potencial de los Pirineos, principalmente en los pinares de pino negro.
Por el momento no se teme por su conservación, aunque sí parece encontrar dificultades para encontrar cavidades en los árboles adecuadas para su nidificación. La gestión racional del bosque pirenaico y el descenso de los aprovechamientos de madera en la montaña, parecen ayudar en todo caso a su conservación. Una garantía de protección es que casi todos los territorios registrados se encuentran en espacios protegidos por la Red Natura 2000.
0 comentarios:
Publicar un comentario