Algunas consideraciones sobre el medio ambiente urbano. Ahí vive la mayoría de los humanos.

Algunas consideraciones sobre el medio ambiente urbano.

Los ecologistas radicales normalmente están preocupados de todo lo demás menos de lo que tienen delante. Se plantean grandes planes de protección esperando que reviertan en la salud global del planeta al que desean salvar. Curiosamente algunos de sus postulados son ciertos, y ellos no lo saben. Y es que algunas de sus propuestas, si bien no salvarán al planeta tierra de la hora fijada por la eternidad para su final, pueden hacer este mundo más habitable.

Y no hablo de los locos que la grito de salvar focas irrumpen en una granja de visones gallega con pancartas: ¡no a la explotación animal! bajando un grado más en su semejanza con los animales, de los primates a los mustélidos. Al fin y al cabo los animales cultivados en cautividad para uso humano merecen toda nuestra consideración "como animales". Y es mejor ese método para conseguir pieles que irlos cazando en su entorno de libertad. Igual que si quisieran nuestras féminas vestirse con escamas de pescado, pelo de ratón o piel de cocodrilo cultivados en granjas adecuadas.

Quisiera referirme al medio ambiente donde habitamos más de la mitad de los humanos. Ahí los problemas ambientales son graves, algunos higiénicos en países del tercer mundo como la disponibilidad de agua potable, red de alcantarillado, depuradoras de aguas, recogida y tratamiento de basuras y esas cosas que tocan directamente con la salud del día a día. Hay que recordar que en el siglo XIX la avanzada Europa no era modélica en esto tampoco. Y que hemos tenido epidemias de cólera en España pasada la primera mitad del siglo XX. Creo que esa acción es la prioritaria para proteger el medio ambiente: hacer más habitable el entorno de los humanos. Invertir en hacer pasar al siglo XXI en esas materias a todos los países en desarrollo.

Pero veamos qué pasa en nuestros países desarrollados. Tenemos otros dos problemas inmediatos: la calidad del aire y los ruidos. En ambos casos hay que incidir si queremos ser consecuentes.

Por eso en las ciudades una labor importante de la política medio ambiental pasa por un plan de mejora de la calidad del aire, que es el que respira la mayoría de los habitantes del planeta. Y ¿donde? en donde se producen los focos de contaminación: las calefacciones y los gases de combustión de los vehículos. Por eso la apuesta por el vehículo eléctrico, la reducción del consumo de los automóviles, la mejora y eficiencia de las calderas, la utilización de la energía solar como apoyo a la calefacción y al agua caliente son medidas de primer orden en la mejora del Medio Ambiente Urbano.

Otro gran foco de molestias para la salud de los humanos: la contaminación sonora. Y ahí tenemos una acción cultural (la movida y sus efectos en los núcleos urbanos), otra de calidad de los aislamientos en edificios y de ordenación de las actividades, y otra de estudio de flujo de tráficos, con sus barreras sonoras. La parte técnica es fácil de atender. Pero ¿la cultural?

Ahí roza la acción ambiental con la educación en valores y ofrecer alternativas a la juventud. Lo que no se logrará con la educación "contra" la ciudadanía, con la cultura del ¿y por qué no? Si me apetece, lo hago... Es preciso hacer que los jóvenes y menos jóvenes disfruten de actividades más sanas como son las deportivas y culturales, en el ambiente de libertad de la sociedad moderna. Hay que ayudar a elegir lo mejor.

Otra acción cultural, y de gran ahorro energético, es la defensa de la unidad familiar. Un hogar destrozado pasa a ser dos hogares productores de contaminación, consumidores de agua y de recursos. La economía de escala está a favor de la familia estable. Y, desde el punto de vista ecológico, debería protegerse y echar para atrás en los "progresos zapateriles" del divorcio exprés. La familia es lo suficientemente seria e importante como para que se deshaga a la primera riña. Además "no riñen los que no se quieren", porque reñir es también importarse, quererse mejores.

Desde esa perspectiva, la ecología urbana pasa por mujeres y hombres virtuosos; por educación para el tiempo libre; y por la técnica al servicio de mejoras concretas y mensurables en la calidad sonora y del aire.

Todo un reto para nuestros políticos.

frid