11/27/2006

El Gobierno de España está creando, a sabiendas, conflictos difícilmente solucionables en materia de aguas.

El Partido Popular denuncia la incompetencia e ineficacia del Gobierno de España en materia de agua. Más bien debería decir que el Gobierno de España está creando, a sabiendas, conflictos difícilmente solucionables en materia de aguas.



Dice así la nota de prensa del Partido Popular (lo azul son mis comentarios)

El PP denuncia la incompetencia e ineficacia del Gobierno que tiene a España sin política en materia de agua

La derogación del PHN está despertando viejos fantasmas de enfrentamiento entre cuencas

- Es imprescindible recuperar la confianza, suprimir la confrontación territorial y buscar el acuerdo

Pero ahora muchos estamos comprobando que en el Pp ha cambiado el paradigma del consenso en materia de agua. Hay ya grupos. Unos defienden la necesidad ineludible del trasvase de aguas del Ebro. Los números dan un precio casi el doble al agua de desalación sobre la trasvasada del Ebro. Otros dicen que hay que gestionar de modo diferente el modelo introducido por Rodríguez Zapatero en la gestión del agua y, en general, en las relaciones autonómicas. Se ha vendido insolidaridad y no vende la política basada en el "bien común".

Barones del Pp de Aragón se han revelado contra la insistencia popular de defender el trasvase del Ebro en los programas electorales. No quieren ser ya más "los paganos" de esa historia. El interés autonómico es gobernar en la autonomía. Y Aragón ha dicho (aunque sea con las vísceras) que no al trasvase.

Lo que es cierto que ha habido una escaramuza y perdió el Pp las elecciones generales. El Presidente, aunque "por accidente" es Rodríguez Zapatero y su política progresista ha profundizado en la "insolidaridad" entre autonomías, quizá con la ilusión de que a río revuelto, ganancia de pescadores, de pescadores en este caso de "peces muertos", porque ¿quién recompondrá el puzle que ha dejado desordenado?

Cataluña se erigió como reina del Caudad del Ebro en desembocadura, generando agrabios a Aragón y al resto de la cuenca del Ebro. Andalucía se apropió el Guadalquivir contra extremeños y manchegos. El Tajo pide recuperación de las aguas comprometidas por el trasvase al Segura, la vuelta al estado inicial. El agua es suya. Y por ahora nadie se acuerda de los trasvases del Ebro a Castellón o al Gran Bilbao porque los políticos no han agitado el panal de abejas todavía. ¿No se les ha ocurrido? ¿o es que nadie quiere resucitar de nuevo a Unión Alavesa?

Con todo el decálogo del Partido Popular en materia de aguas es un asunto a considerar detenidamente cuando se reconstruya el puzle, cuando cambien las relaciones autonómicas de insolidaridad por cooperación. Serviría para ello introducir ese debate en la Expo 2008. Eso sería dinamitar el mensaje del "buenismo" en materia de agua de Aragón. Todos de acuerdo, pero sin saber en qué, sonriendo en la foto pero pensando que se van a hacer actuaciones contradictorias entre sí.


El presidente del Partido Popular, Mariano Rajoy, ha mantenido, en la tarde del 14 de noviembre, una reunión de trabajo con distintos presidentes regionales del PP para analizar los problemas creados por la incompetencia del Gobierno en materia de agua. En la reunión, se han constatado los criterios erráticos que han llevado a la quiebra de una trayectoria de décadas y se ha denunciado la ineficacia del Ejecutivo que ha derivado en la ausencia total de una política de aguas. La derogación del PHN ha dado lugar a un efecto dominó por el que se están descomponiendo situaciones ya resueltas de manera pacífica y se está perdiendo la confianza mutua entre usuarios y Administración. Por otra parte, el programa Agua no es sino un mero listado de obras que se va modificando cada día según la coyuntura. En términos históricos, se está produciendo un retroceso de treinta años, que nos retrotrae al periodo previo a la reforma de legislación de aguas y la planificación hidrológica. En este sentido, el PP considera que es imprescindible recuperar la confianza mutua, suprimir la confrontación territorial, y buscar el acuerdo como la base sobre la que construir el futuro.

Vuelve el Pp a equivocarse en su análisis. No ha habido ningún retroceso en la política hidráulica. Lo que pasa es que la verdad es más dura que todo eso, y no es fácil escribirla.

España, en materia hidráulica, a iniciado un camino que hasta ahora nunca había recorrido: el de la insolidaridad y la desvertebración. Se ha pasado a que haya tantas políticas hidráulicas como Autonomías. El principio básico de la política hidráulica socialista es bien claro:

1.- El agua es del primero que la capte. Es del territorio por el que pasa. Y, si se es lo suficientemente audaz, la Autonomía definirá los usos del agua y los condicionantes para su gestión en la Autonomía vecina.

Y en lo referente a la nueva gestión:

2.- El agua es un bien escaso que no se ha de regular más. Cada Entidad ha de hacer las restricciones adecuadas para servir más demanda con menos recursos. Se ha de subir el precio del agua para incentivar su "no uso" y, de paso, ingresar nuevos impuestos para fortalecer los Gobiernos de la insolidaridad en cada territorio.

Por tanto, el camino del agua es hoy una ruta paralela a la independencia autonómica.

3.- Las relaciones entre Autonomías, en materia de agua, si las hubiera, se basarán en los conciertos internacionales y se basarán en estrictas relaciones comerciales. Nada es grátis, pero además, si puedes ser mi competencia y te tuviese envidia por tu desarrollo, aunque la necesites la verás pasar, pero no la cogerás.

El PP defiende un modelo basado en la Constitución, los Estatutos y la vigente Ley de Aguas. El modelo organizativo y el reparto competencial son los allí establecidos, y las competencias estatales han de ejercerse mediante los Organismos de cuenca, para lo que habrán de ser debidamente reformados. Todas las polémicas sobre apropiaciones de cuencas, reservas de caudales, blindajes de ríos, caducidades, etc. han de ser analizadas y valoradas bajo esta gran perspectiva global.

Otra vez nos encontramos con una realidad que ha superado la palabra escrita. El Pp insiste en defender la legalidad y lo que hay es ya una banda de reinos de taifas que, como niños con zapatos nuevos lo que reclaman, y lograrán con Zapatero, es la encomienda de gestión de las aguas intercomunitarias, algo que le negaba la Constitución.

¿Pero es que la Constitución ampara la exclusividad en materia de aguas que Cataluña ha hecho con respecto al caudal del Delta del Ebro, o que Andalucía ha hecho con el Guadiana, o los blindajes autonómicos en esas materias?

Sin perjuicio del carácter colectivo de las aguas de todos, es razonable que las cuencas hidrográficas tengan una preferencia para su uso siempre manteniendo el principio de solidaridad interterritorial.

El "buenismo" impide decir las cosas como son. Porque las aguas ya no son de todos los españoles. El colectivo "nazionalista" está tomando posiciones alarmantes, la balcanización de España es una meta zapateril y el agua es uno de los instrumentos que la "nueva izquierda" precisa para tener al Presidente "gestionando conflictos" al más puro estilo marxista.

En la actualidad, y en contra de lo que se dice, no se está desarrollando una nueva política del agua. Por lo común se trata de planteamientos retóricos pueriles, sin ideas nuevas, sin ninguna ambición intelectual, y que presentan como novedades cosas conocidas y superadas hace tiempo. Los problemas de fondo -Administración hidráulica, degradación ambiental, sobreexplotación de aguas subterráneas, escasez estructural, financiación y costes- siguen intactos y la crispación crece.

El Partido popular hace aquí ciertamente un resumen acertado. "La crispación crece" primero contra el gobierno de España, luego entre todos. Ejemplo tenemos en las palabras de Zapatero a los presidentes autonómicos de su partido: "tranquilidad" es su mensaje. Los más dóciles no hacen nada. Los más astutos aprovechan para cortar las piernas a los pacíficos.

¿Guerra declarada? Es de locos ignorarla. Por eso es importante saber que lo "importante": la calidad del agua, los caudales ecológicos, las obras de regulación, la desalación... en cuanto afecten a varias Comunidades Autónomas, se van a decidir por la que ejerza más fuerza. Se gobierna por la "voluntad de poder", estamos entre lobos, no entre seres humanos que actúen con la inteligencia y voluntad para ver el bien común y aunar esfuerzos, sino entre leones competidores que hacen alianzas estratégicas con un único objetivo: ser él el rey de la selva.

Por eso tiene sentido incluir el modelo del agua entre los trabajos preparatorios para la Conferencia sobre el modelo de Estado.

TEXTO COMPLETODEL DECÁLOGO DEL AGUA DEL PARTIDO POPULAR:

1. El agua es un recurso común, un activo social y medioambiental del conjunto de la nación. El agua es de todos y todos tienen el derecho a usarla racionalmente y el deber de cuidarla y no deteriorarla. Agua para la vida, ríos saludables, usos sostenibles.

2. El modelo político y jurídico que se defiende es el de la Constitución, los Estatutos y la vigente Ley de Aguas. El modelo organizativo y el reparto competencial son los allí establecidos, y las competencias estatales han de ejercerse mediante los Organismos de cuenca, para lo que habrán de ser debidamente reformados. Todas las polémicas sobre apropiaciones de cuencas, reservas de caudales, blindajes de ríos, caducidades, etc. han de ser analizadas y valoradas bajo esta gran perspectiva global. No hay ni puede haber otra.

3. La política del agua actual y futura no debe centrarse en el desarrollo del uso del agua, sino en la consolidación y sostenibilidad de los usos actuales y en la mejora del medio ambiente, todo ello en un contexto de transparencia y racionalidad económica.

4. Sin perjuicio del carácter colectivo de las aguas de todos, es razonable que las cuencas hidrográficas tengan una preferencia para su uso de forma que se satisfagan previa y plenamente sus legítimas necesidades actuales y futuras, se preserve debidamente el medio ambiente hídrico en la cuenca, y se garantice que en ningún caso otros usos externos puedan suponer un límite a su propio desarrollo, sin quiebra por ello del principio de solidaridad interterritorial.

5. Y por todo lo expuesto, ello es compatible con la posibilidad de empleo en otras cuencas de recursos sobrantes disponibles, siempre de forma no prioritaria y subordinada a las necesidades de la cuenca de origen y cumpliendo obligatoriamente estrictos requisitos de orden técnico, jurídico-administrativo y económico.

6. La incompetencia e ineficacia del Gobierno de Rodríguez Zapatero ha derivado en la ausencia total de una política de aguas en España. Los criterios son erráticos y cambian según cada caso. Se ha quebrado una trayectoria de décadas, sin alternativa real alguna. Ha de recuperarse el rigor de planteamientos y la lealtad institucional en el mundo del agua, hoy perdidos.

7. El programa AGUA no es sino un mero listado de obras, de los muchos que hay en cualquier Ministerio, y que se va modificando cada día según la coyuntura. No es un Plan estudiado, no tiene análisis previos, no tiene forma jurídica, no establece ningún compromiso, y, en contra de lo que se ha dicho, no tiene ideas originales, siendo básicamente una parte del Anexo II del PHN, con alguna pequeña adaptación.

8. La derogación del PHN ha dado lugar a un efecto dominó por el que se están descomponiendo situaciones ya resueltas de forma pacífica, se están despertando viejos fantasmas de enfrentamiento intercuencas e intracuencas que la planificación hidrológica había logrado resolver, y se está perdiendo el caudal de confianza mutua entre usuarios y Administración pública, sin el que nada puede llevarse a buen término. Crece la crispación y la desesperación de quienes ven que sus problemas no se resuelven de forma positiva.

9. Se está produciendo, en términos históricos, un retroceso de treinta años, al periodo previo a la reforma de legislación de aguas y la planificación hidrológica. Es imprescindible recuperar la confianza mutua, suprimir la confrontación territorial, y buscar el acuerdo como la base sobre la que construir el futuro.

10. En la actualidad, y en contra de lo que se dice, no se está desarrollando “una nueva política del agua”. Por lo común se trata de planteamientos retóricos pueriles, sin ideas nuevas, sin ninguna ambición intelectual, y que presentan como novedades cosas conocidas y superadas hace tiempo. Los problemas de fondo -Administración hidráulica, degradación ambiental, sobreexplotación de aguas subterráneas, escasez estructural, financiación y costes- siguen intactos. La crispación crece.

1 comentarios:

Anónimo dijo...

Libro 36 ESTRATEGIAS CHINAS. Puede bajarlo desde
http://www.personal.able.es/cm.perez/36_estrategias_chinas.pdf

Describe estratagemas como "RESUCITAR UN CADÁVER DE ENTRE LOS MUERTOS", "moverse sin ser visto en el mar a plena luz del día", "matar con una espada prestada" o "crear algo a partir de la nada". Cuando usted domine estas 36 estrategias, estará preparado para encontrar soluciones a cualquier tipo de problema y será capaz de adaptarse a toda clase de circunstancias.

Para mas información:
http://www.personal.able.es/cm.perez/