11/07/2006

Algunas reflexiones sobre el recibo de la luz

Una mentira socialista: van a cargar el precio real de la electricidad al ciudadano; pero no van a corregir las tarifas intervencionistas en la oferta eléctrica. Narbona mejor callada. Zapatero debería sedarla o hacer que se quede en casa.

Verdad a medias la de nuestra Narbona cuando afirma ufana que va a poner la electricidad en casa al precio real. Eso significa que los españolitos de a pié vamos a pagar directamente lo que hacemos ahora de modo indirecto a través de la política de subvenciones a las minicentrales y cogeneraciones.

Ya le pedirían a Narbona algunos eléctricos la transparencia de mercado. No comprarían energía de origen solar, por supuesto; tampoco de las minicentrales hidráulicas y, dudo, que enganchasen los parques eólicos.

Y es que con la cogeneración y las energías limpias el mercado eléctrico es un mercado intervenido.

Narbona tiene un problema: un protocolo de Kyoto en el que no entra, entre otras razones porque consumimos el doble del CO2 que hemos pactado. Y el máximo crecimiento se da porque somos más, gracias a la inmigración.

El consumo de energía se ha disparado para calentar nuestros hogares, para consumir lo que necesitamos, para movernos, para desalar en las pocas plantas desaladoras que hemos construido.

Su solución no es inocente. En vez de reconocer que la tasa de emisión de CO2 está relacionada con los seres humanos también y corregir o denunciar el protocolo de Kyoto por viciado, nos dice que tenemos dos soluciones: o dejar hacer a clínicas abortistas para que seamos menos o admitir la eutanasia para ese mismo motivo. Pero hay otra solución: reduzcamos a la mitad nuestro ritmo vital, que nuestra huella ecológica es más del doble que la que sus teóricos hominicidas han calculado.

Así salen las cuentas: 60 en vez de 170 litros de agua por persona. ¿Y en bombillas, sólo seis de 60W? ¿Cuantos televisores, radiadores, neveras, labavajillas, etcétera nos aprobará en su nuevo economato?

Nos ha salido una ministra de lo más mandona, de lo más educadora. Una mentirosa que no se sonroja al decir: «Tras años de falsa demagogia, de no subir el recibo de la luz, este Gobierno se ha atrevido a incrementar el precio de la energía con arreglo a sus costes reales»; como si ella nu estuviese con Borrell cuando crearon los primeros chiringuitos hidroeléctricos, los precios intervenidos para las minicentrales.

Pero tiene que ser el pobre ciudadano de a pié el que pague lo que no pagan otros. Y su labor educadora a lo Jemer Rojo camboyano nos meterá en la carcel por fumar porque atentamos contra nuestra vida (matar es gratis si no has nacido todavía); por ducharnos (por oler bien); por leer por la noche (por usar electricidad clandestina).

Si dejamos un minuto más a esa insensatilla en el Ministerio de Medio Ambiente, seguro que le da la solución de oro a Rodríguez Zapatero para el cambio climático: eliminar a la mitad de los españoles porque les sobramos.

frid

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