Hoy, desgraciadamente, pagamos las consecuencias
Los más simplistas acusan de la subida de los precios ganaderos al auge de los biocarburantes y en cambio no hay nada más lejos de la realidad. Uno de los productos que ha visto incrementado su precio ha sido la leche, sobre este aspecto se han realizado diversos análisis llegando a la conclusión de que una de las causas más importantes es la disminución de producción en Europa. Concretamente en España, país en el que la cabaña de vacuno volvió a disminuir por segundo año consecutivo y se sitúa en 6.184.092 cabezas, un 4 por ciento menos que un año antes y un 7 por ciento con respecto al censo de finales de 2004, según los datos de la Encuesta Ganadera 2006 del Ministerio de Agricultura. La caída de la cabaña se concentró en las hembras de más de 24 meses, tanto de ordeño como de sacrificio y reposición.
En estas circunstancias, no es de extrañar que cuando la leche escasea en el mercado internacional los países deficitarios son más sensibles a las necesarias subidas producidas por la ley de la oferta y la demanda. ¿Cuándo nos daremos cuenta de la necesidad de tener un sistema productivo que garantice la autosuficiencia? Durante años hemos estado pagando la leche a los ganaderos por debajo de los costes reales de producción, como consecuencia, muchos se han visto obligados a abandonar. Hoy, desgraciadamente, pagamos las consecuencias. ¿Después de un titular como este "La cabaña de bovino española disminuyó un 4% en 2006", vamos a seguir cayendo en la tentación de culpar a los biocarburantes?
Domingo M.
Los más simplistas acusan de la subida de los precios ganaderos al auge de los biocarburantes y en cambio no hay nada más lejos de la realidad. Uno de los productos que ha visto incrementado su precio ha sido la leche, sobre este aspecto se han realizado diversos análisis llegando a la conclusión de que una de las causas más importantes es la disminución de producción en Europa. Concretamente en España, país en el que la cabaña de vacuno volvió a disminuir por segundo año consecutivo y se sitúa en 6.184.092 cabezas, un 4 por ciento menos que un año antes y un 7 por ciento con respecto al censo de finales de 2004, según los datos de la Encuesta Ganadera 2006 del Ministerio de Agricultura. La caída de la cabaña se concentró en las hembras de más de 24 meses, tanto de ordeño como de sacrificio y reposición.
En estas circunstancias, no es de extrañar que cuando la leche escasea en el mercado internacional los países deficitarios son más sensibles a las necesarias subidas producidas por la ley de la oferta y la demanda. ¿Cuándo nos daremos cuenta de la necesidad de tener un sistema productivo que garantice la autosuficiencia? Durante años hemos estado pagando la leche a los ganaderos por debajo de los costes reales de producción, como consecuencia, muchos se han visto obligados a abandonar. Hoy, desgraciadamente, pagamos las consecuencias. ¿Después de un titular como este "La cabaña de bovino española disminuyó un 4% en 2006", vamos a seguir cayendo en la tentación de culpar a los biocarburantes?
Domingo M.
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