Educación ambiental por el Ayuntamiento de Zaragoza. Desde mi aula para mi ciudad. Un compromiso por el medio ambiente.

Los alumnos zaragozanos participantes en el programa 'Desde mi aula para mi ciudad. Un compromiso por el medio ambiente' celebran el fin de curso

04/06/2007. El acto, que ha tenido lugar en el Auditorio de Zaragoza, ha servido para recordarles la importancia de luchar contra el cambio climático...

Y de paso imbuirles de algunas metas imposibles para ellos. ¿Eso del CO2, saben que sin ese gas todos ellos morirían, que el problema es "presumiblemente su exceso, que debería decirse que el presunto factor CO2 del cambio climático también es el seguro factor de las suaves temperaturas de la tierra por lo que es habitable, y además evita que el O2 nos abrase los pulmones? Gran tarea y totalmente desorbitada trasladar a los infantes eso de "salvar la tierra". Cuando lleguen a casa y vean a sus padres fumando les verán como malhechores y cuando vean el tubo de escape del coche creerán que son sembradores del mal.

Zaragoza, lunes, 4 de junio de 2007.- El programa municipal de educación ambiental "Desde mi aula para mi ciudad, un compromiso con el medio ambiente" ha celebrado hoy el fin de curso con un acto en la sala Luis Galve del Auditorio de Zaragoza en el que se han entregado diplomas a los 36 centros escolares que han participado en las diversas actividades. Un total de 400 alumnos, en representación de los 20.000 que se han inscrito en alguna de las propuestas del programa educativo, han acudido a recibir el diploma por trabajar en las actividades propuestas a lo largo del año: "Plantación de árboles en los patios de recreo", "Creación de jardines ahorradores de agua" y "Stop al CO2".

El acto, que ha estado amenizado por el grupo de animación infantil Pingaliraina, ha estado plagado de guiños para concienciar a los más pequeños sobre la importancia de cuidar el entorno y el medio ambiente. A continuación se ha dirigido a los asistentes la concejal de Medio Ambiente en funciones, Lola Campos. Tras escuchar sus palabras, se ha repartido a los niños un almuerzo consistente en zumo de uva de agricultura ecológica y galletas de comercio justo.

Los escolares que han acudido al fin de curso han participado en actividades de plantación de árboles y jardines ahorradores de agua, de transformación de los patios de recreo en espacios de biodiversidad y en los talleres de Stop al C02, con los que los escolares aprenden a hacer frente al cambio climático desde su entorno más cercano. Esas actividades se han desarrollado en 36 centros escolares.