"Se pide compensaciones para los ganaderos aragoneses por los efectos negativos de la vacuna de la lengua azul"
Y es que la Unión de Agricultores y Ganaderos de Aragón (UAGA-COAG) ha exigido compensaciones a los ganaderos de la Comunidad aragonesa ante los efectos negativos que ha tenido la puesta en marcha de la campaña de la vacuna para prevenir la propagación de la lengua azul.
Según un teletipo de la agencia EFE. "En un comunicado, la organización agraria indica que también es necesaria la puesta en marcha de una Mesa de Seguimiento, con la participación de la Facultad de Veterinaria."
Recordemos que tras la aparición del primer foco de lengua azul en el norte de España, en otoño de 2007, los ganaderos aragoneses comenzaron a aplicar las medidas preventivas impuestas por la Administración, consistentes en la restricción de movimientos y en la vacunación de toda la cabaña de rumiantes mayor de tres meses.
Recuerdan también la organización que el objetivo era "evitar el avance de la enfermedad y por tanto su aparición en la Comunidad aragonesa", aunque estas medidas "han traído consigo reacciones adversas en la ganadería, que no hacen otra cosa que diezmar las producciones y por tanto acentuar la nula rentabilidad de las explotaciones ganaderas".
"La aplicación de la vacuna está provocando en muchas ganaderías efectos tales como abortos, descenso de la producción láctea, infertilidad, patologías asociadas e incluso la muerte de los animales", aseguran las mismas fuentes.
Por ello, la organización exige que los titulares de las explotaciones de ovino aragoneses tengan acceso a las denominadas ayudas compensatorias de hasta 6 euros por oveja, las mismas que recibieron los ganaderos de otras Comunidades, como por ejemplo los de Andalucía.
Piden, asimismo, que "se haga un estudio riguroso de lo que está ocurriendo en las explotaciones aragonesas, mediante la constitución de una Mesa de Seguimiento con la participación de la Facultad de Veterinaria y el análisis de la validez de las vacunas utilizadas, con el objeto de conseguir la indemnización de las pérdidas ocasionadas por la vacunación".
Parece que la UAGA tiene la certeza de que "algo ocurre" y opina que las administraciones "no pueden seguir haciendo oídos sordos a esta situación que está mermando, más aún, la situación económica y también psicológica de los ganaderos, que día a día ven como sus ovejas están más débiles y no pueden sacar adelante a los pocos corderos que éstas son capaces de parir".
Ésta impresión la tienen también los ganaderos de otras comunidades autónomas, pero de momento sólo se atreven a decirlo con la boca pequeña y a pedir compensaciones económicas, aunque tal vez sea hora de exigir informes y, si es el caso, depurar responsabilidades.
JDM
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